Valkyrie, el hiperdeportivo de la Formula 1 que Aston Martin pondrá en las carreteras
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Ya se conoce el nombre oficial del nuevo hiperdeportivo que lanzara Aston Martin y que fue desarrollado por el genio de la aerodinámica, uno de los capos del equipo Red Bull de la Formula 1, Adrián Newey.
Aston Martin Valkyrie, así se denominara el proyecto que era conocido como AM-RB 001, un súper deportivo, que prácticamente se trata de un auto de la máxima categoría del deporte motor, la Formula 1 que se viene a las carreteras.
Esta denominación ya oficial dada por la marca, da continuidad a una tradición de décadas que mantiene la marca, la de bautizar a sus modelos con más prestacionales con nombres que arranquen con la letra V. De ahí los actuales Vantage (que inicialmente identificó al DB2 más deportivo), Vanquish, Virage, Vulcan y ahora Valkyrie, la denominación del que, sin duda, será el Aston Martin más extremo jamás fabricado.
Este Aston Martin Valkyrie llegará en el año 2018 y estará propulsado por un motor V12 atmosférico de origen Cosworth que rondará los 1.000 caballos de potencia y que será la versión de carretera, ya que se anuncia que habrá una tirada especial exclusiva para uso en circuito con rasgos y prestaciones más radicales que los del modelo matriculable.
El fabricante británico mostró por primera vez imágenes que revelan las líneas finales del modelo de producción limitada, pero no todos los misterios del futuro Valkyrie fueron revelados, pero si revelan que tendrá más parentesco con la Fórmula 1 que algunos palpites más conservadores indicaban, incluso en el interior.
El modelo desarrollado en sociedad con Red Bull y el proyectista Adrián Newey tendrá volante destacable y pantallas de LCD para informar datos de rendimiento, información del ordenador a bordo e incluso imágenes de las cámaras que sustituirán los retrovisores.
El acceso a la cabina se realiza por puertas del tipo ala-de-gaviota, como en los prototipos de Le Mans.
Como un Fórmula 1, el Valkyrie tendrá carrocería hecha de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP, por sus siglas en inglés), piso plano, aerodinámica activa y suspensión de brazos superpuestos.
Aston Martin también destacó la búsqueda de la adopción de los materiales más ligeros posibles. Los faros, por ejemplo, se fijan en una estructura de aluminio que dejó el conjunto hasta un 40 por ciento más ligero que los sistemas utilizados en los coches de producción de la marca.
La cabina reúne sólo lo básico para permitir una conducción segura ya que incluso no descuidaron ni el logotipo de la marca, que Aston Martin considera que en sus modelos “convencionales” es muy pesada y alta, lo que podría perjudicar a la aerodinámica del Valkyrie y optan por una solución más simple, un adhesivo, o logotipo de aluminio pegado en el capó con menos 0,07 milímetros de espesor.
En cuanto al costo del súper automóvil, se estima que costará cerca de los 7 millones de dólares.
En el interior, Aston Martin sólo colocó el mínimo para hacer que el coche fuera legalizado a las calles. El volante es removible, como en los Fórmula 1, los asientos, son pedazos de espuma a medida pegados directamente a la carrocería, también como ocurre en la Fórmula 1.
El volante reúne todos los mandos esenciales para la conducción y el aire acondicionado, que con tres minúsculas salidas en el panel es una de las raras concesiones para el confort.
Según Aston Martin, el 95% del coche está listo, pero el misterio en torno a su mecánica continúa, el modelo mostrado en las imágenes es más un prototipo, aunque ya se ha develado su motor.
