El título mundial de la F-1 no se decidió en Texas
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El piloto británico Lewis Hamilton, el volante alemán Sebastian Vettel y el corredor finlandés Kimi Raikkonen conquistaron las tres primeras posiciones en el Gran Premio de EEUU de Automovilismo Fórmula 1, que se realizó el pasado fin de semana en el Circuito de Las Américas, lo cual generó un resultado que todavía no sentencia la lucha por el título mundial de Conductores.
Hamilton, en un monoplaza del equipo Mercedes AMG, mantuvo un alto nivel de rendimiento durante todo el fin de semana, incluso pese a que las diferencias con Ferrari parecieron acortarse según avanzaban las sesiones de prácticas libres y calificación.
Según fueron sucediéndose las jornadas en pista, el avance de los italianos fue real, pero no lo suficiente como para impedir al británico sumar su 72ª pole position de por vida, ni tampoco para hacer la diferencia en carrera.
Vettel intentó todo los recursos a su alcance para voltear a su favor el resultado en carrera e incluso logró tomar el liderazgo, superando a Hamilton en la largada, pero pronto quedó claro que los Ferrari no tenían el ritmo suficiente para inquietar al Mercedes del británico, que dosificó su ritmo al frente mientras Vettel intentó cambiar su estrategia de una parada a dos y también hacer un “undercut” sobre su rival al terminar su primer stint.
La victoria del domingo significó para Hamilton su conquista Nº 62 de por vida en la categoría y su novena de la temporada 2017. También ratificó la sintonía del moreno en el Circuito de Las Américas, donde ha ganado cinco de las seis ediciones realizadas ahí para totalizar seis conquistas en el Gran Premio de EEUU, desde que lo ganó por vez primera en Indianápolis en 2007.
Al vencer la carrera por delante de Vettel, Hamilton sigue abultando su ya importante ventaja en puntos sobre el alemán, pero lo conseguido ayer aún no fue lo suficiente para asegurar matemáticamente el título. Ese logro podría formalizarse dentro de siete días, en el Gran Premio de México, al cual Hamilton llegará con 65 puntos de ventaja sobre el rival y necesitando solo 50 de margen.
MERCEDES AMG CONSIGUIÓ EL TÍTULO POR CUARTO AÑO CONSECUTIVO
Luego de cuantificar los resultados del Gran Premio de EE.UU, decimoséptima prueba del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, realizado el pasado fin de semana en el Circuito de Las Américas en Austin, Texas, el equipo alemán Mercedes AMG logró la certeza matemática del título mundial de Constructores.
Mercedes necesitaba mantener una ventaja de al menos 129 puntos sobre el equipo italiano Scudería Ferrari y se presentó al circuito tejano con un margen de 145 puntos que acabó siendo de 147puntos al terminar la clásica, los cuales bastaron para conseguir el título.
Para los alemanes, la conquista del pasado fin de semana es la cuarta que consiguen como equipo en la categoría y también es la cuarta consecutiva.
Tal como recordaron diversos voceros del equipo, el logro del título mundial en 2017 tiene un aliciente especial, porque se consiguió en el primer año de un cambio macro-reglamentario. No es frecuente en la historia de la categoría que un equipo que haya logrado el título de Constructores, logre refrendarlo en la siguiente temporada si hay de por medio un cambio macro-reglamentario.
El último cambio macro-reglamentario previo al del 2017 se registró en el 2014, cuando entraron los motores turbo híbridos actuales. La victoria de Mercedes AMG y de los motores creados por Mercedes-Benz Motorsport rompió con cuatro años de dominio consecutivo de Red Bull Racing.
Un anterior cambio macro-reglamentario se dio en el 2009, cuando la categoría introdujo el sistema recuperador de energía y un severo rediseño aerodinámico para reducir la turbulencia aerodinámica que generaban los autos. Ello acabó con el dominio alternativo que venían ejerciendo los equipos Scuderia Ferrari y McLaren Team, para mostrar un relevo en Red Bull Racing, con motores Renault, que impuso la tecnología de los alerones flexibles y los difusores soplados.
El cambio reglamentario que en 2006 relevó los motores V10 de 3 litros con los motores V8 de 2.4 litros rompió la hegemonía de Ferrari, en favor de Renault y Mercedes-Benz Motorsport, que lograron emparejar la otrora supremacía de los motores italianos y eventualmente superarles.
Antes de Mercedes AMG y Mercedes-Benz Motorsport, el precedente más notable de un equipo que mantuvo un fuerte dominio en la categoría a pesar de tener que enfrentar un cambio macro-reglamentario fue la asociación entre McLaren y Honda, que tras conseguir el título en 1988 en el último año de vigencia de los motores biturbo de la primera era, lo retuvo en 1990 con un V10 de 3.5 litros y de nuevo en 1991, con un V12 del mismo desplazamiento, aunque en este último año el reglamento era el mismo de las campañas previas.
Recuerdan los expertos que normalmente los cambios macro-reglamentarios buscan detener la hegemonía de algún equipo que se haya hecho demasiado superior a fin de dar oportunidad a otros a través del recurso de la investigación técnica.
Además del hándicap del cambio macro-reglamentario en las áreas de chasis y aerodinámica, Mercedes AMG tuvo que recibir a un nuevo Director Técnico que no conocía el proyecto auto que su antecesor dejo totalmente definido para el nuevo Reglamento. También el equipo tuvo que enfrentar la inesperada decisión de Nico Rosberg, que anunció su retiro inmediatamente tras ganar el título en 2016 y a pesar de tener un buen contrato por dos años más.
Mercedes-Benz compitió con un equipo oficial entre 1954 y 1955, ganando casi todas las carreras que disputó y consiguiendo dos títulos mundiales con Juan Manuel Fangio, pero en esos años no existía un Campeonato del Mundo de Constructores y la marca retiró su equipo a finales de 1955.
El regreso de Mercedes-Benz a la categoría se dio en 1993, como auspiciante del equipo suizo Sauber y del fabricante de motores Ilmor Engineering. En 1995 el empresario Ron Dennis convenció a la firma alemana de asociarse a su equipo, el McLaren Team, manteniendo el auspicio a Ilmor Engineering a cambio de colocar su nombre en los motores producidos por los británicos, a los que también brindó tecnología y medios.
Bajo el formato de auspicio a Ilmor, Mercedes-Benz Motorsport consiguió entre 1998 y 1999 dos títulos de pilotos y un título de constructores asociado a McLaren. Más tarde, ya con motores hechos en forma directa, la asociación con McLaren permitió a Mercedes-Benz Motorsport conseguir un nuevo título mundial de pilotos en 2008. Sin embargo el escándalo del espionaje a Ferrari, iniciado por uno de sus pilotos, el español Fernando Alonso, y otros episodios de indisciplina interna protagonizados por el asturiano en 2007 llevaron a Mercedes-Benz Motorsport a romper la sociedad y comprar el equipo oficial Honda en 2009 a fin de crear un equipo propio que inicialmente se llamó Mercedes-Benz GP y un año más tarde fue rebautizado Mercedes AMG al ser cedida su gestión a un grupo privado de accionistas encabezado por el ex piloto Niki Lauda y el empresario Heinz Aufrecht.
Además del título de constructores, Mercedes-Benz Motorsport busca un nuevo título de pilotos, luego de los tres que entre 2014 han ganado Nico Rosberg y Lewis Hamilton, quien puede este año conseguir su tercer Campeonato Mundial en cuatro campañas con el escuadrón alemán. (Flash del Motor).