Otro Galanti hace historia y a él se suma Beto Ramírez
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Mucho más allá del simple desarrollo de la sexta fecha del Campeonato Regional de Súper Rally y Súper Prime 2017 que se vivió con mucha intensidad en el autódromo Rubén Dumot (ex Aratiri) el pasado viernes y en jornada nocturna, hubo dos hechos importantes que quedaran grabados en la historia del automovilismo nacional.
En el futuro se recordara al ganador de la general de los autos de Tracción Total y el regreso a la actividad de un piloto que demostró que cuando uno lleva en la sangre al deporte motor no hay adversidad que se interponga.
Nos referimos, primero a Fabrizio Galanti, el primer representante de la tercera generación de este apellido muy consustanciado con la historia del deporte motor nacional.
Fabrizio, con 17 años ya había debutado en oportunidad de las pruebas de clasificaciones de la reciente edición del Trans Chaco Rally, siendo parte del espectáculo con el Toyota Corolla Súper 2000, que había ganado la general de esta tradicional prueba con Alejandro Galanti y Gustavo Scheid.
En esa oportunidad ya comenzó la historia de este joven piloto que viene del karting en donde hizo sus primeras armas en el mundo motorizado. Pero, tampoco, Fabri en esa ocasión estuvo solo. Dos de sus pares kartistas como Fabricio Zaldívar y Rafael Saurini entraban al ruedo, siendo debutantes, aunque representantes de la segunda generación de estos apellidos.
El trabajo de los tres pilotos en esa oportunidad gusto y demostró que están abiertas las puertas para que muchos jóvenes sigan aportando su talento al Rally, la principal categoría motor de nuestro país.
EL PRIMER TRIUNFO NO TARDA EN LLEGAR
La experiencia del calentamiento chaqueño fue una buena carta de presentación de los citados y muy principalmente al representante de la tercera generación de los Galanti.
Fabrizio Galanti, se inscribió para el Regional junto a Gustavo Scheid, de nuevo a los mandos del Toyota Corolla Súper 2000, oficial del equipo Toyotoshi para demostrar su talento, que esta vez no paro hasta llegar a su primer triunfo en una general.
Con ello repitió la historia de su padre, Marco Darío Galanti, quien precisamente alcanzo su primer triunfo en una prueba de Súper Prime en Filadelfia, Chaco en 1993 a los mandos un Toyota Celica GT4 ST165, auto con la que también alcanzaría su primer éxito rallistico ese mismo año con la navegación de Oscar Ramírez en el Rally del Alto Paraná, también de 1993. El piloto conocido popularmente como Marquito también tenía 18 años cuando subió a lo más alto de un podio.
De Fabirizio se espera mucho y por ello ya está integrado al equipo oficial de Toyotoshi, en donde su padre y su tío, Alejandro siguen como firmes pilotos de los hoy renovados Toyota Etios R5, que ya estuvieron este año en el Chaco con sus dos primeras unidades mundiales y que precisamente se desarrollan en nuestro país.
UN APELLIDO CON MUCHA HISTORIA EN EL PAIS
La historia del apellido de origen italiano y que vino de la vecina argentina tuvo su partida con Marco “Tati” Galanti, ganador en dos oportunidades de la máxima cita motor nacional. La primera con Mario Monges, en el año 1981 con un Ford Escort RS 2000, preparado en Inglaterra y asistido por el sudafricano George Botha y la segunda en 1991 con Oscar Ramírez, con una Toyota GT Four, ya con la asistencia del equipo más ganador del Chaco, el Team Toyotoshi.
Tati, tras estos dos espectaculares triunfos relego la posta a sus hijos, primero a Marco Darío Galanti, el popular Marquito y luego con la mayoría de la edad cumplida en Alejandro.
Marquito, no tardo en mostrarse como uno de los mejores pilotos del automovilismo nacional, ganado quizás la mayor cantidad de pruebas a nivel local y tener algunas salidas al exterior en donde también dejo muy en alto la buena madera nacional en materia de pilotos.
Este segundo Galanti, también dejo su marca y su sello en 1996 junto a Carlos Zarca con un Toyota Celica Turbo 4WD.
…Y ALEJANDRO TAMPOCO DESENTONO
Luego, tras un paso al costado de Marco Darío, que luego retorno, el apellido no perdió su continuidad con el ingreso al ruedo de Alejandro, el menor de esta familia, muy consustanciada con los triunfos y con la marca nipona Toyota.
El popular Ale, tampoco tardo en sacar sus uñas y en el año 2005 con Marcelo Toyotoshi, con el Toyota Corolla WRC logró su primer triunfo y luego de cinco en cinco sumó otros dos. En el 2010, de nuevo con Marcelo Toyotoshi, con el viejo y siempre eficiente Toyota Celica y en el año 2015, con Gustavo Scheid con el Toyota Corolla Súper 2000.
Los tres éxitos de Alejandro, los dos de papá Tati y la de Marquito no hacen que sumar media docena de triunfos de este apellido, quizás el más consustanciado con los éxitos en el Chaco y a nivel Nacional.
Así tienen la media docena y un tercio de los logros de la marca nipona Toyota. Tanto Marco Darío como Ale, siguen en carrera y pueden aún sumar más logros, ya que tienen pasta y de sobra, pero ahora tempranamente ya tienen a una figura de recambio, Fabrizio, el hijo de Marco Darío, el sobrino de Alejandro y el nieto de Marco “Tati” Galanti.
EL REGRESO DE UN IDOLO, BETO RAMIREZ
En el grupo de competidores del pasado viernes en la sexta del Regional, también se escribió una majestuosa historia, inédita en el país.
Regreso a la actividad el piloto Beto Ramírez con un Toyota Vitz especialmente preparado para este deportista que sufrió múltiples golpes y una severa afección en una vértebra que le hizo perder la movilidad en las piernas en una carrera de quads en Argentina. Su regreso fue seguido y aplaudido por la asistencia al autódromo.
Con sus 29 años cumplidos, Beto quien fue el ganador de las dos pruebas del Desafío Guaraní del Dakar Series de los años 2014 y 2015 en Paraguay en la categoría Quads con una Yamaha Raptor 700, se preparaba en 2016 para afrontar el Gran Dakar, que ya se anunciaba saldría de su país en el 2017.
Beto se preparaba a los mandos de otro quads, afrontando tareas prácticas casi diarias y una férrea actividad física. El piloto tenía en sus planes salir al gran ruedo en donde ya estaba Nelson Augusto Sanabria Galeano, el popular “La Rubia” y con excelentes resultados.
VIVIO UN DIFICIL MOMENTO EN LA ARGENTINA
Pero, en el mes de mayo del 2016, durante una presencia en una fecha del Campeonato Argentino de Rally Cross Country en la provincia de La Rioja, sufría un terrible accidente que pondría en suspenso su carrera deportiva ya que quedó parapléjico.
Beto Ramírez, al caerse de su quads sufrió múltiples golpes y una severa afección en una vértebra que le hizo perder la movilidad en las piernas.
Sin embargo, tras un reparador reposo volvió a la pista como conductor, aunque ya lo hizo como navegante en dos fechas del Campeonato Nacional Paraguayo de Rally Cross Country. Primero con una UTV con Miguel Vera y luego con Beto Ramírez en una camioneta.
Tras estas dos experiencias y luego de dialogar a vivir de cerca el Dakar 2017 que salió desde Asunción, en donde comprobó que había competidores que estaban en carrera, pese a sus impedimentos físicos trazo una nueva hoja de ruta como la de preparar un auto y volver a lo que le gusta.
SOLICITO LA APROBACION PARA SU REGRESO
Solicito al Turing y Automóvil Club Paraguayo (TACPy), la Autoridad Deportiva Nacional (ADN) en materia motor y al Centro Paraguayo de Volantes (CPV) la licencia deportiva para poder competir oficialmente en el rally.
Esta aprobación no demoro mucho tiempo en llegar, aunque ya antes de esa aprobación trabajo en el diseño, adaptación, modificación y el ensamblado de un Toyota Vitz, totalmente con mecánica nacional, con el que volvió a estar de vuelta en acción.
La aprobación por parte de las autoridades deportivas del país ante su pedido del otorgamiento de la licencia deportiva llego el pasado 12 de julio, lo que incluso también ya le daba vía libre para estar en el duro Chaco, que finalmente no se pudo dar.
Pero si la noche del viernes, en el mismo exAratiri, Beto volvió al ruedo en busca de nuevos éxitos. Fue una cita en donde él y su familia la vivieron a full, así como sus decenas de amigos que nunca lo abandonaron en su esfuerzo por regresar a las competencias.