Problemas en Tesla: la acción y el bono se desploman
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Tesla, la compañía automovilística fundada por Elon Musk, no está viviendo sus mejores momentos en Bolsa en los últimos días. El accidentes mortal protagonizado en los últimos días, la posterior investigación de las autoridades americanas para esclarecer el motivo de dicho accidente, la rebaja de calificación de la deuda por parte de Moody’s y el cambio en el sentimiento inversor han sido algunos de los detonantes de la fuerte corrección que está sufriendo la empresa – comentó el portal ‘inBestia’.
La caída de las acciones de la compañía, a diferencia de en la mayoría de cotizadas, como apuntaba el Director de la Cartera Value de inBestia, Enrique García, sí que es un problema en sí mismo para la compañía, puesto que las ampliaciones de capital dependen de ésta (a menor cotización, mayor número de acciones a emitir para captar capital).
Del mismo modo, los bonos de la compañía también están teniendo serios problemas. La rentabilidad de los mismos se ha disparado hasta máximos (el precio de los bonos, que funciona de forma inversa a la rentabilidad, se ha desplomado).
TESLA RETRASA LA LLEGADA DE LA VERSIÓN BASE DEL MODEL 3 HASTA FINALES DE 2018
Todos sabemos que Tesla ha revolucionado el mercado con sus modelos eléctricos. Tomó a todos los grandes fabricantes por sorpresa al ofrecer un auto con tecnología que muchos creían tardaría años más en llegar, pero como era de esperarse, todo esto tiene un costo bastante elevado, por lo que la marca californiana siempre se ha visto como una de bajo volumen. Los planes de su fundador, Elon Musk, incluyen llevar esta tecnología a las masas y es ahí donde el Model 3 entra – explicó el portal ‘Motor Pasión’.
Desde que se anunció por primera vez, el Model 3 sería ese auto eléctrico semiautónomo de precio accesible que le ayudaría a Tesla a convertirse en una marca de volumen. Pero las cosas no han salido como se esperaba.
Cuando se anunció el auto por primera vez, uno de los grandes atractivos era el precio que para el modelo de entrada sería de 35.000 dólares, menos un incentivo fiscal federal en Estados Unidos de 7.500 dólares. Esto hizo que miles de personas ordenaran el suyo en las primeras horas de haber sido anunciado.
El Model 3 ya lleva varios meses a la venta, pero no es la versión de entrada. El modelo que se puede adquirir hoy en día es el que tiene un rango de 500 kilómetros, considerablemente más de los 350 kilómetros que tendrá el modelo base. Ese rango extra viene con un precio mayor, en este caso de casi 10.000 dólares extra, por lo que muchos clientes siguen esperando que se ponga a la venta el modelo más económico.
El problema es que según un reporte de ‘Car and Driver’, dicho modelo no llegará hasta “finales de 2018”. Esto quiere decir que saldrá después de la versión de tracción en las cuatro ruedas, y que podría no aplicar para el incentivo fiscal.
El programa gubernamental aplica el incentivo a las primeras 200.000 unidades vendidas. Después de eso, se reduce a 3.750 dólares durante los primeros 6 meses para después bajar una vez más a 1.875 por 6 meses más antes de desaparecer por completo.
Los 7.500 dólares es bastante dinero, sobre todo para los clientes que están buscando la versión base del Model 3 justo por su precio accesible. En contraste, sus dos competidores directos, el Chevrolet Bolt y el Nissan Leaf, ya están disponibles con precios que rondan los 35.000 dólares, y no hay que esperar meses para recibirlos.
Este nuevo retraso en las entregas del Model 3 base pueden ser un fuerte golpe para la marca. Ya se ha visto en otros mercados que cuando los incentivos del gobierno desaparecen, las ventas de autos eléctricos se detienen abruptamente. Tesla está en una situación económica precaria, y este nuevo retraso en la entrega de su modelo más esperado podría ser un momento clave para la supervivencia de la marca ya que si mucha gente retira su orden de compra, los fondos para el futuro de la marca se verán amenazados – dijo a ‘Motor Pasión’.
APARATOSO ACCIDENTE ACENTÚA LAS DIFICULTADES DE TESLA
Un accidente vial en California, EEUU, que involucró hace casi una semana, más exactamente el pasado 23 de marzo, a un Tesla Model X con el saldo de una persona (su conductor) fallecida, ha complicado la situación interna de la empresa automotriz norteamericana Tesla, fabricante del vehículo y uno de los líderes mundiales en tecnología en torno a los autos de tipo eléctrico y los sistemas de conducción autónoma.
Diversos reportes señalaron que el auto se desplazaba normalmente por la autopista 101, en el área de Mountain View, en California, cuando se desvió inesperadamente y colisionó contra una protección divisoria sólida, siendo golpeado por otros dos autos e incendiándose inmediatamente.
Voceros de Tesla señalaron que la protección fue acortada y reposicionada recientemente, sugiriendo que las autoridades deben esforzarse más en notificar los cambios de este tipo en las vialidades, a fin de modificar adecuadamente los registros cartográficos.
Las experticias dejaron de manifiesto la problemática que plantean los autos eléctricos con baterías de ión litio al incendiarse, debido a lo complicado que resulta para los cuerpos de bomberos extinguir el fuego. El incendio destruyó casi totalmente el vehículo, pero la estructura del auto resistió aceptablemente el impacto, por lo cual su conductor-propietario no falleció inmediatamente, sino mientras era trasladado a un hospital.
Tras el accidente, la cotización de Tesla en la Bolsa de Valores de Wall Street ha disminuido apreciablemente. Empresas especialistas en análisis financiero como Bloomberg señalaron que la cotización de las acciones de Tesla es la más baja registrada desde el 2016 y Moody’s ha generado la calificación de “bonos basura” para la empresa californiana.
Voceros de Tesla han reaccionado de inmediato, lamentando la fatalidad y señalando que “nunca hemos visto tan destrozado un carro que hayamos fabricado nosotros”. En un comunicado, la empresa ha señalado que la posibilidad de que un Tesla se incendie es cinco veces menor que la de un carro normal.
Las autoridades de tránsito en California han coincidido con Tesla al reconocer que los daños causados por el fuego han impedido recuperar la caja negra del vehículo, por lo cual es imposible determinar si hubo alguna falla mecánica, o si el sistema de manejo autónomo (comercialmente denominado AutoPilot por Tesla) estaba conectado.
La víctima de California es la segunda que fallece en un vehículo Tesla. La primera fue Joshua Brown, un fiel cliente de Tesla que falleció en Florida cuando el sistema AutoPilot no detectó un camión, contra el cual el auto colisionó mientras su conductor usaba un laptop.
Los voceros de Tesla admitieron que el tramo de autopista donde ocurrió el choque del 23 de marzo es habitualmente usado por los clientes de la empresa para activar sus sistemas AutoPilot y señalan que desde que el sistema fue incluido como equipo estándar en los autos de la marca, la autopista 101 ha registrado 85.000 desplazamientos en modalidad autónoma (unos 200 diarios) sin problemas.
En los actuales momentos, Tesla podría estar enfrentando problemas graves de liquidez y éstos serían la principal causa del retraso en la masificación de la producción del sedán Model 3 con el cual Tesla prometió incursionar en el área de la fabricación masiva de autos eléctricos.
La pérdida de confianza evidenciada en los círculos financieros por los retrasos en la producción del Model 3 y el poco éxito que ha tenido Tesla en sus intentos por atender la demanda de los Model S y Model X se está acentuando a causa del accidente fatal de California que, según varios medios especializados “pudo haber llegado en el peor momento” para la empresa de Palo Alto. (Flash del Motor).