Rubinho habló de sí mismo, de Schumacher y de más cosas
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El piloto brasileño Rubens Barrichello, Subcampeón del Mundo de automovilismo Fórmula 1 en el 2002 y 2004, ofreció recientemente una entrevista para un programa televisivo transmitido por la emisora brasileña ‘TV Globo’ en su país natal y habló abiertamente de sí mismo tras ser operado exitosamente de un tumor.
Barrichello, de 45 años de edad, fue recientemente sometido a una intervención quirúrgica para extraerle un tumor en el cuello que resultó ser benigno. Al respecto, el piloto manifestó sentirse “agradecido con la vida” y reconoció que la operación se realizó “a tiempo” por lo cual no se esperan complicaciones en el futuro.
“Me sometieron a anestesia general y cuando el doctor habló conmigo me dijo que, mientras estaba subconsciente hablé de (Michael) Schumacher. No es la primera vez que me pasa; nuestra relación no es nada más lo que se vio a través de la TV. Debe haber algo subconsciente…”, dijo.
Al responder preguntas sobre el alemán, Barrichello reconoció:
“No he podido verle (desde que sufrió su accidente en diciembre de 2013). Intenté hacerlo hace algún tiempo, pero la familia me dijo que no será bueno ni para mí, ni para él. No tengo noticias suyas y no sé nada de él, pero me gustaría hacerme presente de alguna manera y quisiera ver cómo puedo hacer para visitarle…”
Al recordar su relación laboral de seis años junto a Schumacher, Barrichello relató:
“Era genial cuando había una copa de vino de por medio. Un gran compañero. Sin embargo, durante las carreras, o en reuniones técnicas, decía cosas y uno no podía creer que él hubiese dicho algo semejante”.
La conversación tocó el momento más polémico de la carrera deportiva de Barrichello y uno de los más polémicos de Ferrari: cuando el equipo le ordenó expresamente dejar ganar a Schumacher en el Gran Premio de Austria del 2002. “Tenía mucha rabia. Ese día no pude ir directamente del podio a la sala de prensa, porque no me sentía bien. Tuve que ir a vomitar antes. Como brasileños debemos estar orgullosos de que no fue algo que yo quise, o que se premeditó. En esa misma carrera, un año antes, había pasado lo mismo y me dijeron que no habría órdenes de equipo de no mediar la victoria. Por fortuna gracias a eso las normas cambiaron y ahora se escucha desde la casa lo que dice el piloto. ¡Si hubiesen podido escuchar lo que se dijo ese día, estarían asqueados!…” (Flash del Motor).