Goodwood mostró el pasado, presente y futuro del auto
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Entre el jueves 12 y ayer domingo 15 de julio, la localidad de Goodwood en Gran Bretaña volvió a concentrar el interés de los aficionados al automóvil de todo el mundo, en ocasión de celebrarse la 25ª edición del “Festival de La Velocidad” (FoS, por sus siglas comerciales) en el pintoresco trazado en línea recta que asciende la pequeña cuesta que lleva a la cima de la colina.
Al cierre de esta edición, los organizadores del evento no habían totalizado las cifras de participación y asistencia, pero las informaciones generadas por las empresas concurrentes y por el numeroso público asistente dejan ver claramente que el FoS superó cualquier expectativa.
En principio el FoS era un evento mayormente circunscrito a la celebración del automovilismo deportivo y de los vehículos que han hecho su historia en diferentes categorías a lo largo de un siglo largo de competencias. Sin embargo en los últimos tiempos se ha convertido también en una vitrina comercial y en un importante reflejo del avance en términos de tecnología automotriz.
Solo en este último aspecto, el FoS en su edición 2018 ha ofrecido diferentes tópicos de interés. Por ejemplo, el prototipo `ID 94 Pikes Peak de Volkswagen Motorsport’ se presentó con el francés Romain Dumas a sus mandos para establecer un nuevo récord en 43.05” que no solo se parangona con los vehículos que, como él, se mueven solo con energía eléctrica, sino con los más potentes autos de competición o producción en serie que en este tiempo han pasado por ese lugar.
Otro interesante polo de interés que sin duda prevé el futuro es la presencia exitosa de dos vehículos eléctricos con capacidad autónoma, el Roborace de la empresa Robocar (que desea organizar el primer Campeonato del Mundo para carros autónomos sin conductor) y el Mustang clásico desarrollado por Siemens junto con una universidad local.
Algunas marcas, como Aston Martin y Honda, mostraron propuestas de tecnología “de vitrina” con poco impacto verdadero en términos de producción en serie, como el mini biplaza urbano Signet con el potente motor V12 del Vantage, o como la enésima versión de lo que Honda sistemáticamente insiste en presentar como “el cortador de grama más rápido y potente del mundo”.
Dentro de los terrenos lúdicos y emotivos, sin duda la gran noticia fue la participación dinámica del Mustang fastback 1968 que hace medio siglo protagonizó la famosa persecución del film “Bullit”. Sin embargo también hubo – una vez más – una interesante muestra por parte de Mercedes-Benz Motorsport, que llevó sus autos más famosos de Fórmula 1 y de Sport, así como un interesante vehículo caza-récord de los años ‘30.
Para Latinoamérica hubo un hito interesante, ya que la división Williams Classic del equipo Williams Racing hizo que su piloto de exhibición Karun Chandock condujera un monoplaza BMW Williams FW26 de Fórmula 1 idéntico al que usó Juan Pablo Montoya para ganar el Gran Premio de Brasil del 2004 (su última carrera para ese equipo) y con el cual impuso ese mismo año el récord de velocidad oficial absoluto para la categoría. El monoplaza original le fue entregado a Montoya al abandonar el equipo, pero el usado por Chandock el pasado fin de semana se mostró idéntico al del colombiano en todos sus detalles. (Flash del Motor).