Volvo Cars arroja autos nuevos desde 30 metros para ayudar a los servicios de rescate a salvar vidas
El fabricante de vehículos premium, Volvo Cars, ha llevado a cabo la prueba de choque más extrema y crucial jamás realizada. Para permitir que los servicios de rescate se preparen para cualquier posible escenario de choque y para simular las fuerzas que surgen en los choques más extremos, más allá de lo que se puede simular con las pruebas de choque tradicionales, Volvo Cars tomó recientemente medidas igualmente extremas. Por primera vez, lanzó varios Volvo totalmente nuevos, varias veces desde una grúa, desde una altura de 30 metros.
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Este acercamiento ayudó a crear suficiente daño para simular adecuadamente las consecuencias que se encuentran en las escenas de choque más extremas: Volvo recreó accidentes de un solo automóvil a muy alta velocidad, por ejemplo, eventos en los que un vehículo golpea un camión a alta velocidad o colisiones en las que un auto recibe un golpe severo desde un costado.
En tales situaciones, es probable que las personas dentro del habitáculo se encuentren en una condición crítica. Por lo tanto, la prioridad es sacar a los ocupantes del interior y llevarlos al hospital lo más rápido posible, utilizando herramientas de rescate hidráulicas conocidas en la industria como ‘mandíbulas de la vida’. Los especialistas en extracción frecuentemente hablan de la hora de oro: necesitan liberar y llevar al paciente al hospital dentro de una hora después de ocurrido el accidente.
“Hemos trabajado en estrecha colaboración con los servicios de rescate suecos durante muchos años”, dice Håkan Gustafson, investigador senior del equipo de investigación de accidentes de tráfico de Volvo Cars. “Eso es porque tenemos el mismo objetivo: tener carreteras más seguras para todos. Esperamos que nadie tenga que sufrir los incidentes más graves, pero no todos estos pueden evitarse. Por eso es fundamental que existan métodos para ayudar a salvar vidas cuando suceden los accidentes más graves”.
Todos los hallazgos de los accidentes y el trabajo de extracción resultante se recopilarán en un extenso informe de investigación. Este documento estará disponible de forma gratuita para los trabajadores dedicados al rescate en otros lugares del mundo, lo que les permitirá beneficiarse de los hallazgos y desarrollar aún más sus capacidades para salvar vidas.
Por lo general, los trabajadores de rescate obtienen sus vehículos de entrenamiento de los depósitos de chatarra. Pero estos coches suelen tener hasta dos décadas de antigüedad. Y en términos de resistencia del acero, construcción de jaulas de seguridad y durabilidad general, existe una gran diferencia entre los autos actuales y aquellos construidos hace quince o veinte años. Los nuevos Volvo están hechos de algunos de los aceros más duros que se encuentran en los autos modernos.
Esto hace que sea crucial para los trabajadores de rescate actualizar constantemente su familiaridad con los modelos de automóviles más nuevos y revisar sus procesos, a fin de desarrollar nuevas técnicas de extracción y rescate. En otras palabras, estas sesiones de entrenamiento pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Entonces, a pedido de los servicios de rescate, Volvo Cars decidió ir un paso más allá.
“Normalmente solo chocamos autos en el laboratorio, pero esta fue la primera vez que los dejamos caer desde una grúa”, dice Håkan Gustafson. “Sabíamos que veríamos deformaciones extremas después de la prueba, e hicimos esto para darle al equipo de rescate un verdadero desafío para trabajar”.
Un total de diez vehículos Volvo, de diferentes modelos, fueron arrojados de la grúa varias veces. Antes de la caída, los ingenieros de seguridad de Volvo Cars hicieron cálculos exactos sobre la presión y la fuerza a la que debía estar expuesto cada automóvil para alcanzar el nivel de daño deseado.
Volvo nuevamente muestra su disposición a compartir sus tecnologías y el resultado de sus investigaciones. La entrega del informe por esta iniciativa está alineada a la preocupación de Volvo por la seguridad y cuenta con el mismo espíritu que llevó a la marca a liberar la patente del cinturón de seguridad para poner a disposición de toda la industria un elemento fundamental para el cuidado de los ocupantes. Lo mismo sucedió con el Proyecto EVA, anunciado por Volvo el año pasado, y que consistió en publicar los resultados de más de 40 años de investigación de la marca sobre accidentes. Al permitir que todo el mundo pueda descargar esta información, la firma sueca espera que todos los vehículos puedan ser siempre más seguros. (Press Latam).