La mujer Veedol: Interior del Museo Mercedes-Benz
160 vehículos y un total de 1.500 objetos expuestos se presentan en la variada exposición permanente del Museo Mercedes-Benz. Los “33 Extras” son un punto culminante particular: pueden dar vida a la historia de la movilidad personal y la cultura del motor utilizando detalles que a menudo son sorprendentes.
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La serie de boletines del Mercedes-Benz Museum Inside llama la atención sobre los “33 extras” y se centra en sus antecedentes.
La edición de hoy trata sobre la mujer Veedol. 22/33: La mujer Veedol Corriendo hacia adelante: esta mujer se desliza sobre hielo imaginario en patines de hielo. Su velocidad es evidente desde el primer vistazo. Velocidad y facilidad junto con un aura sensual son lo que caracterizan a esta famosa figura. Creada como un cartel de chapa o esmalte, anuncia el lubricante fabricado por Veedol. Tema de invierno: La mujer Veedol es un clásico publicitario. Apareció por primera vez en 1952. En ese entonces todavía usaba un gorro, guantes y un suéter de cuello alto, una patinadora sobre hielo bastante elegante.
Las letras rojas de la compañía adornaban su suéter. La marca Veedol perteneció originalmente a la empresa estadounidense Tidewater Oil, que fundó su filial alemana en 1925. Hoy Veedol es parte de la empresa india Tide Water Oil India. El artista: La figura fue creada por el diseñador publicitario Heinz Fehling, quien no era desconocido en ese momento. Trabajó para diversos clientes y sectores: desde Aral y Blaupunkt hasta Sinalco.
Las portadas de publicaciones como “Motor und Sport” también fueron diseñadas por Fehling. Algunos expertos dicen que la mujer Veedol fue su creación más importante. Se supone que el modelo para el tema fue Vera Marks, quien fue “Miss Alemania” en 1951.
Chica pin-up: Fehling recreó repetidamente a la mujer Veedol y la adaptó a la imagen de una mujer seductora en un estilo pin-up estadounidense.
En Alemania fue la primera figura publicitaria de este tipo. Un vestido corto que acentuaba la figura llamó la atención sobre su profundo escote y sus largas piernas. Las letras de la empresa estaban ahora en una banda blanca que parecía un premio de concurso. Confianza en la victoria: Las propiedades de baja fricción de los lubricantes de Veedol siguieron siendo el tema recurrente de la mujer rubia. Con este mensaje irradiaba confianza en la victoria y seguridad en sí misma. Es por eso que las letras Veedol también aparecían a menudo en los carteles publicitarios de las pistas de carreras del mundo. En cualquier lugar y en todas partes: la mujer Veedol anunciaba el lubricante en los garajes.
En las décadas de 1950 y 1960 también se deslizó junto a los “caballeros de la carretera” en patines de hielo. Instalada en la parrilla del radiador de los camiones, recorrió todo el continente. Con su aura seductora, era la mascota de los camioneros, una “prometida de Europa”.