¿Es factible tener un coche eléctrico en Brasil?
A pesar del precio de compra, la ventaja va del 38% al 164% al cargar, de acuerdo a lo escrito por Carlos Gabriel Bianchin, de Lactec, para Auto Industria.
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Aunque todavía es una inversión considerablemente alta en Brasil, comprar un automóvil eléctrico trae muchos beneficios para los conductores. Uno es el ahorro de combustible. Cuando se alimenta en una estación de carga ultrarrápida, por ejemplo, un vehículo eléctrico es un 38 % más eficiente que un vehículo de combustión. Si ese mismo coche se reposta en una estación de carga semirrápida, la ventaja asciende al 164% (2,64 veces más eficiente).
Este es un hecho que contribuye a que el coche eléctrico esté en auge en todo el mundo. En Brasil, esta demanda sigue la tendencia mundial. Solo en 2022 se emitieron más de 49.000 unidades, un crecimiento del 41% respecto al año anterior (34.990).
Con eso, la flota actual de vehículos eléctricos en el país es de 126.504, según datos de la Asociación Brasileña de Vehículos Eléctricos (ABVE).
Con este aumento viene también la necesidad de ofrecer más potencia y velocidad a la hora de cargar para que la experiencia sea viable. Los vehículos eléctricos aportan varias ventajas para los conductores y también para las ciudades, ya que son más sostenibles y menos contaminantes. Con el aumento de la red de recarga, mejoran las condiciones de uso y consecuentemente la demanda de este tipo de vehículos.
¿TIEMPO ES DINERO?
Cada fabricante tiene un sistema diferente, por lo que es difícil establecer un tiempo exacto para la recarga completa. Depende de factores como su capacidad, el estado actual de carga y la potencia del cargador, por ejemplo. Mientras que los modelos de estaciones de carga rápida y ultrarrápida se recargan a plena capacidad en unos 15 minutos, otros pueden tardar hasta diez horas en cargarse por completo.
Al igual que los centros eléctricos instalados en Curitiba (PR), con cargadores de diferentes potencias de carga (22 kW, 60 kW y 150 kW), el cargo se realiza por minuto de uso y varía según la potencia: R$ 0,44 hasta R$ 5,82.
Esto equivale a un valor total de BRL 60,72 por cargar una batería completa de 50 kWh con 22kW en la estación de carga y BRL 116,40 por una carga ultrarrápida completa de la misma batería con 150 kW en la estación de carga. 
Con un coche que tiene una autonomía media de 350 kilómetros, el ahorro frente a los coches de combustión es claro, más aún si tenemos en cuenta la reducción de la contaminación atmosférica y acústica en las ciudades. El proceso de facturación y liberación se realiza mediante la aplicación Lex Mobility, desarrollada por Lactec.
Las estaciones de carga rápida y ultrarrápida instaladas en Curitiba son el resultado de un trabajo conjunto entre Copel y Lactec, en asociación con empresas privadas, a través de una convocatoria pública propuesta por la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel).
Según una encuesta de ABVE, ya hay alrededor de 3.000 estaciones de carga públicas y semipúblicas en operación en Brasil, además de la red de carga privada. Se estima que, en tres años, ese número alcance la marca de 10.000 estaciones de carga, acompañando la evolución de los vehículos eléctricos en el país.
Carlos Gabriel Bianchin, ingeniero y especialista del centro de investigación, tecnología e innovación Lactec.
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