Disruptiva, creativa y divertida, la publicidad de Citroën 2CV consolidó un legado que perdura hasta hoy
Piezas publicitarias que juegan con la sencillez y robustez del modelo. ¡La campaña incluso hizo comparaciones con modelos de lujo, deportivos e incluso camellos!.
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Las campañas publicitarias de Citroën están marcadas por la audacia, la alegría y los enfoques de la industria no estándar. Este concepto, mantenido hasta el día de hoy y presente en nuestras campañas y vídeos promocionales, es casi tan antiguo como la propia marca. Una de las fases más llamativas de estos anuncios de gran creatividad se produjo entre los años 60 y 80, cuando Citroën publicitaba los atributos del icónico 2CV de la forma más exótica posible.
Todo vale: compararlo con un coche de lujo, exaltar su sencillez o incluso ponerlo al lado de un… ¡camello! Al fin y al cabo, la ausencia de algunos elementos, si para otros coches era un problema, para el 2CV era una de las razones de su robustez que conquistó a millones de consumidores en todo el planeta. Ni siquiera su rendimiento fue un contratiempo: al fin y al cabo, como una tortuga, podía ser incluso más lento que un modelo más caro, pero siempre llegaba a su destino y con una accesibilidad única.
Y para los que piensan que el precio del combustible es un problema actual, en la década de los 60, Citroën destacó el hecho de que el modelo corría más con menos. “El 2CV puede hacerte sonreír porque es divertido tenerlo, porque es diferente y porque te ahorra dinero”.
A finales de los 80, cuando los coches lanzados eran cada vez más modernos, Citroën, que ya contaba con varios atributos tecnológicos en su gama, prefirió resaltar su innovación en el 2CV con los colores de las carrocerías, en una época en la que los más sobrios destacó: “Otros abren las fronteras de la tecnología. Abrimos el cuadro”, decía el anuncio del 2CV 1986.
EL ALMA DEL NEGOCIO – DESDE SIEMPRE
La audacia y la originalidad en la publicidad han sido parte de Citroën desde principios del siglo pasado. Durante el Salón del Automóvil de París de 1922, un avión escribió el nombre de la marca en el cielo con humo, a lo largo de cinco kilómetros.
Tres años después, Citroën innovó estampando su nombre en uno de los símbolos más importantes del planeta, la Torre Eiffel. La obra de arte, que constaba de 250.000 bombillas, se podía ver en la mayor parte de la ciudad.
En la década de 1980, en un anuncio televisivo del Citroën Visa GTI, el vehículo fue lanzado desde un portaaviones y, poco después, apareció encima de un submarino. En otro anuncio, un Citroën AX está presente en la Gran Muralla China
En 1995, el Xantia, el sedán icónico de Citroën que este mes de marzo cumplió 30 años, protagonizó una notable campaña con el atleta Carl Lewis y, en 1999, una pirámide formada por 10 unidades del modelo mostró toda la estabilidad del vehículo. en curvas.
Toda esta innovación en publicidad continúa hoy: modelos como el Ami o el oli [äll-e] concept cuentan con una publicidad especial, llena del ADN disruptivo que forma parte de Citroën.
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