Isidre Esteve: “Mi objetivo es luchar por el top 15 en el próximo Dakar”
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Isidre Esteve recibe un homenaje en la sede central de Repsol, tras finalizar con éxito la prueba más dura del mundo.
“Antes de comenzar la carrera, ni nos hubiésemos imaginado acabar en la 34ª posición”.
“Con los problemas físicos solucionados gracias al Cojín Inteligente, ahora debemos seguir progresando para ser más competitivos”.
Isidre Esteve ha sido homenajeado este miércoles en el Campus Repsol, donde ha querido celebrar su exitoso retorno al Dakar con los trabajadores de la compañía energética. El piloto de Oliana (Lleida) reaparecía en la carrera más dura del mundo con el objetivo de finalizar, pero el buen comportamiento del Cojín Inteligente y su gran nivel de pilotaje han permitido superar con creces las expectativas del equipo.
Diez años después del accidente que le causó una lesión medular mientras disputaba un rally en Almería, Isidre Esteve ya puede afirmar que vuelve a ser competitivo. El piloto de KH-7, Repsol y Onyx Seguros ha culminado con éxito el desafío, al completar sin problemas físicos el Dakar y finalizar 34º en coches (ha ganado un puesto tras la descalificación del saudí Yazeed Alrajhi) y 4º en la categoría T1.S, reservada a los prototipos derivados de serie. Ahora ya se marca desafíos más ambiciosos, en su constante afán de superación.
Tras ocho años, volviste al Dakar con la intención de finalizar la prueba, aunque al final habéis superado todas las expectativas. ¿Satisfecho?
Antes de arrancar con el Dakar 2017 ni nos hubiéramos imaginado terminar en esta posición. La verdad es que las cosas, en general, han ido muy bien, no hemos tenido problemas que nos hayan penalizado mucho, el ambiente en el equipo ha sido fantástico y físicamente hemos soportado muy bien las dificultades de esta carrera.
¿Qué te gustaría mejorar de cara al futuro?
Después de este positivo regreso al Dakar, ahora debemos seguir progresando. Mi objetivo es estar en el grupo de pilotos competitivos y luchar por acabar del 10 al 15. Para ello hay que dar un paso más, disponer de un coche más competitivo, mejorar la infraestructura del equipo y realizar una buena planificación deportiva que nos permita participar en varias pruebas del mundial de raids.
¿Ya estás planificando el calendario de la próxima temporada?
Así es. Es necesario que compitamos y acumulemos kilómetros en más carreras internacionales. Al llegar al Dakar vimos que nos faltaba ritmo de ejecución, cosa que a medida que pasaban los días, tanto mi copiloto Txema Villalobos como yo, fuimos mejorando. Cuanto más rápido vas, más rápido llegan los cruces, los peligros y los cambios de navegación. Para llegar mejor preparados, hay que mejorar tanto el calendario, como el ritmo de carrera y el coche.
¿Qué es lo que más destacarías de esta edición del Dakar?
Todo. Creo que Marc Coma ha hecho un gran trabajo en el diseño de las etapas que componían la carrera. Esta edición ha sido al más puro estilo Dakar, donde el equilibrio y la combinación entre navegación y cambios de ritmo ha sido el adecuado. Ha habido etapas buenísimas, pero las que con mayor satisfacción recuerdo son algunas de Bolivia y Argentina.
¿Cuál es el recuerdo que te llevas de tu regreso dakariano?
Como en todos los Dakar, el mero hecho de terminar es algo muy positivo, ése era nuestro primer objetivo, pero entre las cosas buenas que hemos vivido en esta edición destacaría nuestro paso por Bolivia, por su gente, por su gran afición y ambiente. Ha sido espectacular como se han volcado saliendo a la carretera con banderas y animándonos continuamente. El golpe más fuerte para todos fueron las fuertes lluvias en Volcán (norte de Argentina) que provocaron inundaciones y un alud que dejaron muertos, heridos y mucha gente tuvo que ser evacuada. De esta desgracia me quedo con que la organización de la carrera se volcó con los afectados y anuló la etapa para prestar ayuda a los habitantes.
El Dakar es la prueba más dura del mundo y el rendimiento mecánico suele influir y mucho. ¿Qué dificultades habéis tenido que superar?
Los únicos problemas que hemos tenido con el coche han sido de juventud. Es un vehículo que no ha competido lo suficiente y hemos tenido que solucionar ciertas averías sobre la marcha, pero lo cierto es que han sido problemas técnicos que hemos superado en tan sólo 15-20 minutos. El Dakar es una carrera dura y complicada, con grandes cambios de altura y temperaturas extremas, lo que afecta negativamente al rendimiento del motor y eleva el riesgo de averías. Por eso cuando Repsol se unió a nuestro proyecto como suministrador de lubricantes supimos que contábamos con la mayor garantía para nuestro motor, como así ha sido.
¿Alguna anécdota?
Más que una anécdota querría destacar el espíritu del Dakar. Ese espíritu que hizo que Cristina Gutiérrez, mi compañera de equipo, parara cuando Txema Villalobos y yo nos quedamos en Bolivia atascados en arenas blandas a 3.500 de altura. Mi pobre copiloto estaba desenterrando el coche él solo cuando se paró Cristina y, no importándole el tiempo que perdería, ella y su copiloto, Pedro López, nos ayudaron a salir de la arena. Gestos así sólo se pueden encontrar en esta prueba tan especial.
¿Qué papel consideras que ha jugado el Cojín Inteligente durante la competición?
Su buen funcionamiento ha sido absolutamente determinante para mí. En el Dakar los pilotos pasamos 12 y 15 horas sentados al volante y, aquellas personas que padecemos lesiones medulares, tenemos el riesgo de sufrir úlceras de piel tras tantas horas de conducción. Las características del Cojín Inteligente hacen que no se den este tipo de lesiones y que el piloto se centre en conducir y competir.
¿Cómo funciona?
Lo mejor de este Cojín Inteligente es que trabaja todas las zonas de contacto de forma independiente. Está distribuido en ocho zonas diferenciadas por colores y dotado de electroválvulas y un software que proporcionan un movimiento continuo que ayuda al riego sanguíneo en aquellas zonas que están más presionadas. Genera un movimiento imperceptible y cambia la presión en los glúteos, algo así como un masaje terapéutico, lo que evita las úlceras en las zonas expuestas. La verdad es que yo no noto nada, pero mi cuerpo y mi piel sí y eso hace que me despreocupe de ello y me centre en la conducción y la competición.
