El sorprendente Alfa Romeo Canguro: De las puertas del desguace a ganar el concurso de elegancia de Villa D’Este

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Pocos concept cars han sido tan innovadores y han tenido una historia tan llena de saltos y giros de guion como el Alfa Romeo Canguro, que cumple 60 años, señala Press Latam en un informe.

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Basado en el chasis del Alfa Romeo Giulia TZ y diseñado por Giorgietto Giugiaro para Bertone, sorprendió a todos y triunfó en el Salón de París. Sin embargo, sus avances técnicos quedaron descartados en la industrialización y un accidente en el circuito de Monza lo colocó al borde del deslizamiento, del que lo salvó un amante de los automóviles clásicos.

En 2005, el Museo Alfa Romeo apoyó su restauración, patrocinado por un coleccionista japonés, que lo presentó en el Concurso de Elegancia Villa d’Este, en el que fue premiado.

Con los éxitos deportivos del Alfa Romeo Giulia TZ, surgió el impulso de crear un modelo de serie para llevar a las carreteras sus virtudes dinámicas y sus prestaciones. A principios de los años 60, los responsables de la marca encargaron a Bertone y Pininfarina la creación de prototipos para desarrollar este coche. El Alfa Romeo Canguro fue la propuesta de Bertone.

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Perfecta

En apenas 60 años, este prototipo fue presentado en la 51ª edición del Salón del Automóvil de París, donde recibió un aplauso prácticamente unánime de crítica y público. Su carrocería de fibra de vidrio, con un diseño creado por Giorgietto Giugiaro, quien demostró su talento en el Alfa Romeo Giulia Sprint en 1963, sorprende por sus líneas suaves y sinuosas, con parabrisas y ventilaciones armoniosamente integrados, sin pausas, en un estilo dinámico y vanguardista. estilo de este auto.

Precisamente, la superficie cristalizada es una de las mayores innovaciones de Canguro: por primera vez, las distintas lunas eran huellas en la carrocería, algo más de lo habitual en los vehículos actuales. Al diseño le faltan detalles, como la defensa aerodinámica “Coda Tronca”, presente actualmente en el nuevo Alfa Romeo Junior, o los refrigeradores de aire interiores que recuperan la forma del mítico “quadrifoglio”. Bajo el capó, un motor de 4 cilindros asociado a una caja de cambios manual de 5 velocidades ofrece una potencia de 170 CV a 7.500 rpm. Como los Alfa Romeo de aquellos años, era un coche de propulsión trasera.

Con la base del revolucionario chasis tubular del Alfa Romeo Giulia TZ, Bertone y Giugiario realizaron un ejercicio de estilo vanguardista y estético, sin pensar en posibles limitaciones técnicas o industriales. Precisamente, ese espíritu innovador impidió al Alfa Romeo Canguro dar un paso decisivo hacia el asfalto. Poco después de ser descartado durante la producción en serie, el Alfa Romeo Canguro sufrió un grave accidente durante un rodaje publicitario en la Curva Parabólica del Circuito de Monza. Con gran pesar, Bertone renunció a su reconstrucción, dadas las 15.000 horas que serían necesarias para devolverlo a su estado original. El destino de este concept car parecía sellado

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Sin embargo, el legado del Alfa Romeo Canguro no caería en saco roto. Además de sus innovaciones en el tratamiento de las superficies cristalizadas, muchos elementos de este prototipo, como las tomas de aire horizontales al final de la trampilla delantera, se convirtieron en un elemento característico de los diseños de Bertone durante muchos años. Además, muchos de sus elementos estéticos y técnicos se convirtieron en la base del prototipo Alfa Romeo Montreal, que se presentó en la Exposición Universal celebrada en la metrópoli canadiense en 1967 y que acabaría comercializándose en los años 1970.

En cuanto a los restos del Alfa Romeo Canguro, fueron adquiridos por un aficionado alemán y pasados por manos hasta llegar a un coleccionista de coches japonés. Con el apoyo del Museo Alfa Romeo, se dedicó a su restauración y reconstruyó íntegramente este automóvil, que vivió una segunda juventud en el prestigioso Concurso de Elegancia Villa d’Este, premiado en 2005.