Vandalizaron dos joyas históricas de incalculable valor en el Museo del Transporte de Caracas
Recibí las noticias en tu celular: Canal de WhatsApp Motorpy
Pese a las reiteradas denuncias que sistemáticamente vienen haciendo medios como ‘La Guía del Motor’ y pese a los desesperados gritos de alarma del museólogo Alfredo Schael, el Museo del Transporte de Caracas sigue recibiendo ataques cada vez más descontrolados del hampa, que han adquirido una nueva faceta: aplicar el más repudiable vandalismo a aquellas piezas que no puede hurtar.
Según denunció un cariacontecido Alfredo Schael, la noche del 29 de abril recibió un nuevo atentado a las instalaciones del Museo del Transporte en la urbanización Santa Cecilia, en Caracas, afectando gravemente la conformidad de dos unidades Ford Modelo T de 1914, que son las más antiguas de este modelo que se conservan en el país.
A una de las dos unidades T le fue sustraído el radiador frontal de bronce. A ambas unidades les fueron quitados sus faros de acetileno, que eran originales. Ambas, por si fuera poco, recibieron severos daños, producto del más cruel vandalismo.
Las unidades Ford Modelo T pertenecen a la colección de la Fundación Museo del Transporte desde que éste abrió sus puertas en 1970 y su valor es incalculable al ser histórico. Fueron importadas por el empresario William H. Phelps y originalmente vendidas en el Almacén Americano, en el Centro de Caracas, cuando el comerciante hizo de Ford la primera marca en ser comercializada en el país a partir de 1911 y al Modelo T el artífice de este hito histórico, tal como este modelo hizo en muchos otros países del mundo.
El daño es incalculable, no porque las piezas sustraídas no se puedan reemplazar, sino porque eran las que se instalaron originalmente en ambos vehículos cuando fueron fabricados en Dearborn, Michigan, lo cual les colocaba entre los Modelo T mejor conservados (preservados y no restaurados en modo alguno) entre los que aún sobreviven.
Por su edad, las unidades Modelo T del Museo del Transporte deben considerarse quizá las más antiguas de la marca Ford que se conservan en el país. Durante el tiempo en que éstas han permanecido en la colección de la Fundación Museo del Transporte, han formado parte de importantes eventos históricos, incluyendo su presencia a manera de homenaje en el “Salón del Automóvil de Venezuela” organizado en junio del 2004, como homenaje póstumo a don Armando Ortiz, quien fue el creador de esos eventos y hasta su muerte unas semanas antes había sido miembro de la directiva del Museo.
Según informó el museólogo y periodista Schael, una comisión del CICPC (siglas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística) se apersonó en el lugar y verificó los graves daños sufridos por los automóviles, que añaden al hurto de la baranda de cobre de las escaleras de acceso al Museo y a la desaparición de numerosas piezas de vehículos y de la infraestructura.
La comisión prometió desarrollar una investigación completa, pero hasta el momento ningún cuerpo policial, ni nacional, ni estadal, ni municipal, ha asumido la responsabilidad de mantener vigilada la institución, que conserva muchos de los más importantes testimonios de la historia del automóvil en el país.
Una vez más, el llamado desesperado del museólogo Schael, de medios de comunicación como ‘La Guía del Motor’ y de todos los interesados en que la historia del país, sea cual sea su faceta, se preserve, es hacia las autoridades nacionales, a fin de impedir que el Museo siga siendo vandalizado y hurtado sistemáticamente, amén de también impedir que estos irreparables daños a su patrimonio se sigan sucediendo con la impunidad con la cual hasta ahora se vienen desarrollando. (Texto: Flash del Motor; Fotos: Internet de C. Dominguez, de Pedro Cuiman y Edgardo González).