A Sato le dieron casi 2,5 millones y a Alonso un premio
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Los organizadores del Campeonato norteamericano IndyCar y de la prueba de las “500 Millas de Indianápolis”, cuya 101ª edición se realizó en el Indianápolis Motor Speedway de Indiana el pasado fin de semana, consignaron oficialmente el trofeo del ganador al japonés Takuma Sato y también hicieron el reparto de premios en metálico y de reconocimientos.
El japonés Sato, al ganar el pasado domingo con 2.1” de margen, se llevó casi 2.45 millones de dólares, mientras el brasileño Helio Castroneves fue premiado con 770.000 dólares por haber terminado en segundo lugar.
El bicampeón mundial de Fórmula 1, Fernando Alonso, fue premiado con 305.000 dólares por haber dado 179 vueltas al trazado y haber liderado la competencia por 27 vueltas.
Además de recibir un premio en metálico adicional a los 50.000 dólares que recibió la pasada semana al ser el mejor piloto en la sesión para rookies (novatos), Alonso también recibió el galardón como “novato (rookie) del año” por su actuación en la carrera.
El español, en el mejor de los seis autos de Andretti Autosport, el equipo favorito para ganar la prueba, dio 179 vueltas y abandonó por la rotura del motor mientras rodaba séptimo. Una actuación que los organizadores de la prueba juzgaron más relevante que la del prospecto local Ed Jones, que entró tercero en un carro de un equipo de segunda línea, como el team Dale Coyne Racing.
Mientras Sato se ha mantenido sumamente solicitado desde que se convirtió en el 71º piloto en ganar la clásica de Indiana en 101 ediciones, Alonso ha recibido numerosas muestras de admiración y respeto por parte de aficionados, pilotos, patrocinadores y ayer en la noche estuvo en Nueva York, haciendo trabajos de promoción para su marca personal de ropa y accesorios deportivos, Kimoa.
ALONSO DESLUCE EL GRAN TRIUNFO DE HONDA EN INDIANÁPOLIS
El piloto japonés Takuma Sato confirmó el favoritismo del equipo Andretti Autosport y del proveedor de motores Honda al imponerse en un cerrado final frente al veterano brasileño Helio Castroneves en la 101º edición de las “500 Millas de Indianápolis”, sexta prueba del Campeonato norteamericano de monoplazas IndyCar, realizada el pasado domingo y que resultó ser un verdadero festival para los motores japoneses.
Siete de los diez primeros carros clasificados en la prueba, incluyendo el del ganador, usaron motores japoneses. Honda proporcionó en total los motores a diez de los 18 autos que lograron cubrir la carrera de las “500 Millas” y cruzar la meta.
Medios norteamericanos afirmaron que “equipando a siete de los diez mejores autos de las “500 Millas”, Honda ha conseguido uno de los triunfos más resonantes para un constructor en Indy y en Indianápolis 500”. El resultado confirmó que Honda proporcionó “una combinación invencible, entre fiabilidad y potencia”.
Ocho de los 18 autos que usaron motor Honda no lograron terminar la carrera, pero en varios casos ello no se debió a problemas técnicos, sino a incidentes de competencia, como el del neozelandés Scott Dixon.
Los retiros más resaltantes de Honda en competencia fueron los de los pilotos de Andretti Autosport, Ryan Hunter-Reay y Fernando Alonso. Varios comentaristas presentes en la prueba expusieron que “en ambos carros el motor parecía empujar mucho más que el de los demás, considerando la facilidad con la cual pasaban a otros rivales en la recta”.
En el caso concreto del auto de Alonso, Honda habría preparado una especificación especial, mucho más potente que la usada en los otros cinco carros del equipo Andretti Autosport y ello exigía mantener muy presente el riesgo de sobrecalentamiento y de excesos de RPM al conducir en tránsito y al acelerar en recta.
Dada la popularidad de Alonso por ser dos veces Campeón Mundial de Automovilismo Fórmula 1 y lo mucho que el entorno del español ha cuestionado la calidad del suministro que recibe de Honda en F-1, su abandono en Indianápolis por rotura de motor ha sido infinitamente más reseñado por redes sociales que el hecho de que Honda haya equipado a siete de los diez mejores carros de Indianápolis en la meta final.
Medios extraoficiales señalaron que posiblemente la razón de la avería del motor de Alonso fue el recalentamiento y otros medios afirmaron que “fue la consecuencia de haber solicitado más potencia para tener ventaja sobre sus rivales, subvalorando la fiabilidad”, añadiendo que el aerokit que los organizadores del serial IndyCar han permitido usar a los equipos que llevan motor Honda “ofrece mejor rendimiento aerodinámico, pero hace más crítica la dispersión térmica”.
Otros especialistas añadieron que “el enorme fanatismo y popularidad en torno a Alonso están creando una matriz negativa sobre una empresa, Honda, luego de haber ganado la carrera más importante del mundo y colocado siete motores entre los diez primeros”.
Esa posición podría generar reacciones en la cúpula mayor de Honda, frente a lo que es obviamente una gran publicidad negativa por parte de “un piloto que ha cuestionado la calidad de los motores Honda incluso en su propio país, en Japón”. (Flash del Motor).