Autos brasileños pierden terreno frente a los importados
Al igual que el año pasado, la demanda de automóviles importados sigue siendo mayor este año que la demanda de automóviles producidos en territorio brasileño, según una publicación divulgada por Auto Industria.
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En promedio, las ventas de automóviles y vehículos comerciales ligeros crecieron un 16,4% de enero a marzo, con un aumento del 26,6% en el primer caso y del 14,8% en los modelos producidos en Brasil.
En total, hubo 436.940 matriculaciones en el primer trimestre, frente a las 375.494 del mismo período de 2022. Las ventas de modelos nacionales aumentaron de 325,6 mil a 373,7 mil, mientras que las de importados pasaron de 49,5 mil a 63,2 mil. Como resultado, la participación de vehículos livianos provenientes del exterior aumentó del 12,6% al 13,9% en un año.
No es una tasa alta, pero desde 2020, cuando estalló la pandemia de la Covid-19, ha ido en aumento, ese año se situó en el 10,3%, subiendo al 12% en 2021 y al 13% en 2022. país de origen, la participación de los vehículos del Mercosur en el mercado ligero total de Brasil pasó del 7,6% al 9,3% en tres años, mientras que la de los productos provenientes de México pasó del 2,2% al 3,1%.
La participación de automóviles provenientes de otras localidades cayó del 1,7% al 1,4% en los últimos tres años. Estas compras son realizadas en su mayoría por asociados de Abeifa que no tienen producción local, como Kia, Volvo Cars y Porsche, entre otras marcas, involucrando productos de Asia, Europa y EE.UU.
Varias marcas que operan aquí complementan su portafolio con productos de Argentina o México, con productos que no pagan impuesto de importación por acuerdos bilaterales. El Volkswagen T-Cross, por ejemplo, se fabrica en el país vecino, mientras que el Nissan Sentra proviene de México. La marca japonesa solo fabrica las Kicks en su fábrica de Río de Janeiro, complementando la línea local también con la pickup Frontier.
El crecimiento de este año es atribuido por Anfavea y también por Abeifa a las bajas cifras obtenidas en el primer trimestre de 2022, cuando la crisis relacionada con la falta de semiconductores estaba en su momento más crítico.
Por parte de Anfavea y también de Fenabrave, la entidad de las concesionarias, existe una gran preocupación por el comportamiento del comercio minorista en los próximos meses. Las altas tasas de interés están ahuyentando a los consumidores y quienes están pensando en pagar una compra a crédito tienen dificultades para obtener crédito.
Las compras al contado, como ya informó Anfavea y confirmó Abeifa este mes al abordar las importaciones, están representando el 70% del negocio del sector automotriz, un cuadro inverso al comportamiento tradicional del mercado brasileño.
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