El equilibrio de los fabricantes de automóviles en la cuerda floja
Los autos están en constante evolución. Entra en vigor una nueva legislación, que trae consigo normas más estrictas sobre emisiones y seguridad, así como tecnologías que, a su vez, también continúan desarrollándose y están comenzando a adoptarse en vehículos ligeros.
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En el pasado, un sistema como el ABS era visto como lo último en seguridad, incluso convirtiéndose en un símbolo de estado, ya que pocos automóviles estaban equipados con dicha tecnología. Hoy, los jóvenes nacidos después del 1 de enero de 2014 nunca han visto un automóvil salir de la fábrica sin él.
Esto es solo la punta del iceberg. Existen innumerables cambios que apuntan a lograr una mejor eficiencia energética, seguridad, reducción del nivel de emisiones, comodidad, entre otros factores, y siempre están evolucionando al lado de los automóviles.
No se puede negar que los saltos fueron inmensos. Tecnologías como el control de estabilidad y el piloto automático, que equiparon el 6.9% y el 10.4% de los vehículos nuevos, respectivamente, ahora se encuentran en casi el 45% de los automóviles que salen de los concesionarios. Las cámaras de marcha atrás, que anteriormente eran solo el 2.2% de los automóviles, actualmente equipan el 36.2%. Los sensores de punto ciego, en 2010, prácticamente no existían en el mercado y ahora están en el 3.3% de los vehículos. Todo esto sin prever que deje de crecer.
Pero, ¿cuál es el precio de esto?
Al comparar el promedio del MSRP (precio sugerido del fabricante de automóviles, sin descontar la inflación) de vehículos nuevos en Brasil desde 2013 con el de 2019, observamos un salto de casi el 50%. Si consideramos solo los vehículos producidos en el país, el aumento de precios fue del 67%.
Además del evidente aumento de precios correlacionado con la adopción de nuevas tecnologías (algunas impuestas a través de regulaciones, otras no), no sería prudente dejar de lado el análisis de los segmentos que más se vendieron en Brasil durante este período. En este caso, los cambios también fueron muchos.
El mercado desde 2010 en adelante ha estado estrangulando poco a poco los hatchbacks, cuyos precios, especialmente para las versiones de nivel de entrada, son proporcionalmente más afectados que los vehículos más grandes. Mientras tanto, cada vez se abre más espacio para que los SUV dominen las calles brasileñas. (Texto Final).