El Mustang del teniente Bullitt cumple 50 años de edad
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Gran interés está generando entre los aficionados la presencia en la edición 2018 del “Festival de la Velocidad” en Goodwood, Gran Bretaña, de una de las dos unidades Ford Mustang con carrocería fastback construidas en 1968 y usadas ese año en la producción del film policíaco norteamericano Bullitt, por lo cual es interesante recordarlas al cumplirse medio siglo del estreno del film.
La empresa Warner Bros, productora del film, recibió ambas unidades Mustang totalmente nuevas, a través de un concesionario Ford de San Francisco. Ambas tenían carrocería cupé “fastback” de color verde oscuro (“Highland Green” en la nomenclatura interna) y eran idénticas. Sus especificaciones incluían algunos elementos de las versiones GT y el motor V8 de 390cid que Ford instalaba estándar en modelos de tamaño completo como los Galaxie o los LTD y formaba parte de la larga lista de opcionales que entonces había disponibles para los cupé pony car Mustang de tamaño compacto.
Una de las unidades fue usada para las escenas de acción, incluyendo la mayor parte de la hoy legendaria persecución protagonizada por el Mustang y por el cupé Dodge Charger en esa película. Esa unidad sufrió los rigores del film y acabó en muy malas condiciones, por lo cual se pensaba que Ford había descartado la posibilidad de revenderla tras ser usada en la producción.
Sin embargo no fue así y el vehículo reapareció hace dos años escasos en México, donde fue adquirido por dos aficionados locales en una chivera con la intención de hacer una réplica del famoso Mustang “Eleanor” usado en el film “Gone in Sixty Seconds”. Al verificar los seriales con ayuda de miembros de un club norteamericano de propietarios de Mustang luego de comenzado el trabajo de transformación, surgió su verdadero pedigrí. Obviamente a esas alturas, el proyecto fue abortado y los dueños del carro tratan de mantenerlo lo más cercano posible a su condición original, aunque la unidad ya fue repintada y recibió otras alteraciones menores.
La segunda unidad, tras ser devuelta por los productores a Ford, fue acondicionada por la empresa para revenderla sin hacer alusión a su participación en la película. El carro cambió de dueños varias veces y uno de ellos publicó un anuncio en la revista especializada ‘Road & Track’ en 1974, ofreciéndolo por 6.000 dólares debido a su parentesco con la película. El precio de un Mustang similar en el mercado de ocasión era muy inferior y por ello el carro permaneció sin venderse hasta que lo adquirió Robert Kiernan Jr. justamente gracias a su rol en el film.
Los historiadores especializados en Mustang señalan que en determinado momento el actor Steve McQueen intentó adquirir el auto a Kiernan Jr., quien se negó a venderlo, manteniéndolo en propiedad hasta su fallecimiento. El carro, ya en condiciones no operativas, permaneció en la familia y siguió guardado.
Luego de mantener guardado el Mustang durante más de 40 años, sus actuales dueños decidieron sacarlo a la luz a fin de recaudar fondos para restaurarlo y devolverlo a estado operativo. Ello despertó el interés de Ford, que ofreció cubrir los costos de reparación a cambio de usarlo en eventos promocionales y ha mostrado interés en adquirirlo para incorporarlo a su Museo en Dearborn, Michigan.
La primera aparición pública del Mustang de la familia Kiernan se realizó en enero de 2018, en el “Auto Show Internacional de Detroit” donde el carro llamó poderosamente la atención de los miles de personas que visitaron la exhibición. Allí pudo apreciarse que se conserva virtualmente en las mismas condiciones en las que estaba cuando lo adquirió Kiernan Jr. en 1974, que son prácticamente las mismas en las cuales los productores de “Bullitt” lo devolvieron a Ford. Sobre eso, Ford se limitó en 2017 a hacer lo necesario para volverlo a poner en condiciones operativas, sacrificando lo menos posible su originalidad.
“Bullitt” es considerado uno de los filmes más icónicos entre los protagonizados por el carismático actor norteamericano Steve McQueen, quien fue un gran aficionado a los automóviles hasta fallecer en 1980. La historia cuenta que al recibir McQueen el Mustang, lo llevó a una pista de carreras a fin de ensayar la escena de la persecución. El actor manejó el carro con rudeza, causándole varias abolladuras y arañazos, que a solicitud suya no fueron reparados para la filmación por considerar que eso le daba un aspecto más “auténtico”.
Los permisos municipales tramitados por los productores de “Bullitt” para grabar la audaz persecución entre el Mustang y el Charger por las calles de San Francisco prescribían que los carros no circularan a velocidades superiores a 40 km/h, pero varios años después trascendió que McQueen durante la filmación condujo el carro a más de 100 km/h, tal como se percibe en el film.
La película fue un poderoso vehículo de promoción turística para la ciudad de San Francisco y con los años Ford aprovechó ese carácter icónico, creando versiones “Bullitt” en sus Mustang de producción regular desde que lo hizo por vez primera en 1998. Todos los Mustang “Bullitt” han sido pintados en color “Highland Green” como el modelo original y la empresa ofreció de nuevo una versión “Bullitt” en su actual generación de Mustang. (Flash del Motor).