El uniforme de la F-1 también cambiará en el año 2018
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Informaciones desde Gran Bretaña precisaron que el próximo año la indumentaria que usen los pilotos participantes en el Campeonato del Mundo de monoplazas Fórmula 1 tendrá características diferentes a la usada hasta el 2017 en consecuencia con la necesidad de respetar normas reglamentarias superiores en materia de seguridad y de atender nuevas funcionalidades.
Los cascos, manteniendo su peso y características volumétricas, tendrán que respetar tolerancias superiores en materia de resistencia a impactos y durabilidad, conservándose el criterio en cuanto a la cantidad de decoraciones diferentes que puede usar un piloto por temporada.
Mayores tolerancias en balística, una superior área de protección a la cabeza en el interior y el exterior, mayores tolerancias a impactos durante un choque y superiores capacidades en materia de absorción de energía y refracción de calor fueron algunos de los parámetros modificados por las normas.
Los trajes ignífugos y la ropa interior deben resistir temperaturas superiores y mantener el peso establecido, pero además deben ser compatibles con las funciones biométricas que a partir de la próxima temporada establecerá la Comisión Médica de la Federación Internacional del Automóvil (FIA, por sus siglas en francés).
Reportes especializados señalan que los experimentos conducidos por la FIA gracias a la colaboración de varios pilotos han permitido optimizar las funciones biométricas de los guantes de conducción y de la ropa, por lo cual ambos elementos estarán obligatoriamente dotados de sensores que durante una competencia enviarán información en tiempo real sobre diversas variables corporales del piloto.
La introducción de la tecnología biométrica a la indumentaria permitirá a la Comisión Médica valorar información como pulso cardíaco, ritmo respiratorio, deshidratación, temperatura corporal y datos similares, medidos en diferentes partes del cuerpo de cada piloto. La información también será manejada por el box de cada equipo.
Diversos sensores instalados en el monoplaza a partir del año próximo detectarán si en determinado momento el cuerpo de algún piloto se ve sometido a tensiones excesivas en términos de aceleración, o desaceleración, al salirse el auto de pista o al colisionar.
“Gracias a estas mejoras tendremos más posibilidad de saber exactamente lo que le sucede al cuerpo de cada uno durante una competencia y podremos estar mejor preparados en caso de accidente”, explicaron voceros de la FIA.
Los elementos biométricos que se añadirán a la indumentaria de los pilotos no generarán un incremento en el peso de ésta, ni tampoco supondrán ninguna molestia para los corredores.
Extraoficialmente se comentó que al corto plazo la FIA exigirá que las normas sobre la indumentaria se extiendan también a otras disciplinas del deporte a motor. (Flash del Motor)