Equipo Toyota eliminado de las “6 Horas de Silverstone”
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El equipo oficial Toyota Gazoo Racing volvió a beneficiarse del contexto de absoluta falta de oposición que caracteriza a la categoría LMP1 del Campeonato del Mundo de Resistencia para conseguir nuevamente colocar sus autos en las dos primeras posiciones en la tercera prueba de la Súper Temporada 2018/2019 del serial, las “6 Horas de Silverstone”, pero ambos resultaron clamorosamente descalificados varias horas después al considerar los Comisarios Deportivos que habían infringido el Reglamento Técnico en el área de aerodinámica.
A pesar de las consignas internas que favorecen expresamente al Toyota Nº 8 tripulado por Sebastien Buemi, Kazuki Nakajima y Fernando Alonso, el teórico segundo carro, pilotado por el argentino José María López, el británico Mike Conway y el japonés Kamui Kobayashi, consiguió la pole position con 0.440” de margen sobre el otro prototipo TS050 sin que esta vez surgiesen excusas federativas como las que en la prueba inaugural en Bélgica les obligaron a largar desde el último lugar.
En carrera, con autos claramente sobrados frente al resto de la concurrencia y que concedían hasta 2” por vuelta a los prototipos LMP1 “privados”, el box Toyota no tuvo necesidad de forzar excesivamente sus carros para extender su invicto a tres carreras, más allá de ofrecer un prolongado duelo en pista con ambos carros que dio cierto interés a la prueba.
La persistencia de las condiciones de no-oposición en pista y la posición complaciente de los organizadores del torneo, hacen que los especialistas mantengan su percepción de que la firma japonesa colocará sus carros en las dos primeras posiciones de las 9 pruebas pautadas para la Súper Temporada.
En paralelo, los responsables del equipo y sus pilotos oficiales afirmaron que durante el fin de semana de Silverstone, hubo un notable ambiente de competitividad interna y de incertidumbre por el resultado final que hizo particularmente exigente la prueba para todo el box Toyota.
En todo caso, por tercera vez en tres carreras, el Toyota Nº 7 – pese a estar en teoría menos atendido técnicamente – se mantuvo al frente tras conseguir su segunda pole position (primera “legal”) de la campaña, haciendo necesario que también por tercera vez quedara demostrado el talento de un piloto que incluso en condiciones de nula oposición y de infinita superioridad técnica como las que brinda la unidad Nº 8, requiere ayudas del box y órdenes de equipo para aspirar a la victoria.
El bochorno continuó varias horas después, cuando los Comisarios Técnicos aplicaron una descalificación a ambas máquinas japonesas por haber infringido las normativas aerodinámicas en lo que a tolerancias de flexión del fondo plano se refiere.
En concreto, las experticias tras la carrera mostraron que ambos autos japoneses presentaron tolerancias excesivas de flexión en sus respectivos fondos planos.
En Toyota Gazoo Racing atribuyeron lo ocurrido a que ambas máquinas en su duelo durante la carrera golpearon excesivamente los arcenes y los “aflojaron”, pero algunos expertos lo vincularon a un intento de jugar con la flexibilidad de las piezas aerodinámicas inferiores a fin de generar más efecto suelo según aumenta la velocidad.
En Fórmula 1 estas argucias fueron usadas subrepticiamente por los ingenieros para conseguir esas pocas décimas de diferencia que en esa categoría deciden los duelos por la pole position, pero recurrir a estos extremos en un contexto de absoluta superioridad y carencia de oposición como el que disfruta Toyota en el WEC resultan grotesco y obviamente inadmisible.
Mientras los responsables del equipo Toyota explicaron lo ocurrido y presentaron excusas, los organizadores de la prueba adjudicaron el triunfo al prototipo Rebellion Racing conducido por Mathías Beche, Thomas Laurent y Gustavo Menezes, que había terminado a cuatro vueltas de los prototipos Toyota. Otro auto del equipo Rebellion, conducido por André Lotterer y Neel Jani fue promovido al segundo puesto, luego de ser reparado en tiempo récord tras dañarse aparatosamente el viernes en un accidente en el cual su tercer piloto, el brasileño Bruno Senna, sufrió una fractura de tobillo.
En la clase LMP2, las dos primeras plazas (4º y 5º puestos de la general) fueron conquistadas por los prototipos del Jackie Chan Racing. En la clase GT Pro el triunfo fue para el Ferrari semi oficial inscrito por el team AF Corse, mientras en la división GT Am el triunfo fue para un Porsche inscrito privadamente.
El piloto venezolano Pastor Maldonado – haciendo equipo con el británico Anthony Davidson y el mexicano Roberto González – acabó en el séptimo puesto de la general y en el cuarto lugar de la categoría LMP2 en un prototipo DragonSpeed.
La próxima prueba de la Súper Temporada 2018/2019 se realizará en Fuji, Japón, dentro de un mes. Allí Toyota no solo disfrutará de la actual falta de oposición técnica y del aval federativo, sino que se presentará como equipo de casa, lo cual basta para – desde ya – pronosticar que su dominio se extenderá sin mayor dificultad…(Flash del Motor).