Exportaciones atenúan el mal año del sector argentino
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Las ventas de vehículos retrocedieron un 22,9% en Argentina durante el año 2018.
La industria automotriz argentina no tendrá ningún deseo 2018, un año inicialmente concebido como un escenario para los registros históricos. Bueno lo contrario, de hecho. No fuera por las exportaciones, que mantuvieron la gradual recuperación iniciada en 2017, el sector sólo tiene que lamentar las cifras del año pasado.
Los puertos fueron la tabla de salvación de las líneas de montajes argentinos, apunta el levantamiento de la Adefa, la asociación de las montadoras instaladas en el país. Los doce fabricantes locales exportaron 269.400 vehículos, un crecimiento del 28,5% o cerca de 60 mil unidades más que en 2017.
El resultado, aunque conmemorado, muestra que el sector aún está lejos de sus mejores días como exportador de vehículos y sigue altamente dependiente del mercado brasileño, que consumió 185.900 automóviles y comerciales ligeros, el 69% del total y 50 mil más del total, que el año anterior.
En la primera mitad de la década, el promedio de embarques estuvo siempre por encima de los 400.000 vehículos anuales. El récord se registró en 2011, cuando dejaron el país 507.000 automóviles, comerciales ligeros, camiones y autobuses.
En cambio, las 269 mil unidades de 2018 fueron las mayores de los últimos cuatro años. En 2016 los embarques se limitaron a 190 mil vehículos, el peor resultado desde 2005.
Sin embargo, sólo por cuenta de los negocios externos, que representaron el 58% del total producido en 2018, es que el ritmo de las líneas de montaje argetinas no fue mucho más lento.
Las automotrices argentinas fabricaron el año pasado 466,6 mil vehículos, una caída del 1,4% sobre el resultado de 2017 – 258 mil de ellos fueron vehículos utilitarios. Es el peor desempeño en más de una década, supera sólo las 432 mil unidades de 2006, pero es prácticamente la mitad de los 828 mil alcanzados en 2011, récord histórico.
El tamaño declive se justifica con la debilidad del mercado interno. La crisis económica argentina trató de solapar una vez más las ventas, que crecieron de forma consistente en los dos años anteriores, pasaron de 613 mil en 2015 a 883 mil en 2017.
Ya en 2018 retrocedieron a 681,8 mil vehículos ligeros, caída de sensibles 22,9%. El segmento de utilidades fue el que más sufrió. De las más de 241 mil unidades negociadas en 2017, cayó a 147 mil el año pasado, un 39% menos.
Los automóviles también tuvieron retroceso significativo, aunque en menor índice: sumaron 534 mil unidades vendidas, caída del 16,8%. (Auto Industria).