Hace un cuarto de siglo debutó el asombroso Twingo

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Este mes marca un hito absoluto en la historia moderna del automóvil al cumplirse 25 años desde que en abril de 1993 la trasnacional francesa Renault lanzó al mercado un producto que revolucionaría el segmento de los utilitarios de dimensiones mínimas.

Con el nombre Twingo, resultante de la combinación de los géneros musicales twist, swing y tango, Renault propuso al mundo el primer utilitario en formato “mini” y con carrocería de un solo cuerpo.

En principio, los analistas especularon que el nuevo modelo vendría a reemplazar a la gama subcompacta R5 / Supercinco, pero ésta fue relevada por el también icónico Clio, quedando el recién nacido en una nueva categoría, por debajo en términos de tamaño y precio.

Concebido con claro matiz urbanista, el Twingo se reveló un perfecto ejemplo de “arquitectura automotriz”.  Su carrocería, de características “ovoides” se presentaba prácticamente carente de salientes y con los cauchos situados en sus extremos.  Además, el carro tenía enormes puertas, carecía casi totalmente de nariz, se completaba con grandes cristales, incorporaba un portón trasero prácticamente  vertical y en general resultaba muy diferente a lo que en 1993 eran los autos urbanos.

Además del radical cambio de proporciones visuales, el Twingo lograba ejecutar brillantemente el ejercicio de ubicar el tren de mando de modo que robase el menor espacio habitable posible a la carrocería.  Y Renault logró tan notable cometido sin necesidad de crear un nuevo tren de mando: el Twingo usaba el motor tetracilíndrico de 1.2 litros del Súpercinco.
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La oferta inicial del Twingo lo propuso con el motor 1.2, con apenas 4 colores exteriores y con la única posibilidad de solicitar aparte el climatizador y/o el techo abrible.  La idea era configurar un carro lo más estandarizado posible para facilitar al máximo las labores de reparación y servicio, pero aún lo suficientemente individual para sus compradores.  Una tapicería colorista, un tablero de instrumentos característico y la posibilidad de abatir los asientos para crear una “cama” para dos, fueron parte de los atributos singulares del carro.

Si brillante fue el producto, la comercialización y promoción no lo fue menos.   Renault concibió una notabilísima campaña capaz de convencer al mundo de que el Twingo era un carro de bajo precio, pero no barato, y también un carro de difusión masiva pero a la vez tan individual como lo fuera su conductor.

Al aparecer el Clio, Renault trasplantó al Twingo el motor de 1.1 litros de este, con un incremento del 10% en potencia sobre el anterior (60 HP en vez de 55).  Luego vino un motor de 16 válvulas con 75 HP, una versión sin embrague (Easy) y otra con caja automática.
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El desarrollo del Twingo permaneció fiel al criterio original de buscar un carro barato de producir, de bajo precio, individual y poco complejo en su ingeniería a base de recurrir a una mínima diversificación en materia de equipamiento y tren de mando.  Con el tiempo, Renault recurrió a versiones especiales, pero en general el planteamiento básico se mantuvo inalterado.

Que el Twingo fue una lección de maestría quedó demostrado por todos lados.  Su desarrollo duró apenas tres años, su puesta en producción fue muy rápida y poco traumática, su comercialización fue sencilla e ingeniosa y sus ventas fueron abrumadoramente altas.   Además, se mantuvo en producción sin casi cambios durante 14 años, lo cual no suele ser normal en carros tan pequeños y mucho menos en carros que, como el Twingo, hacía tanta apología a la moda.
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Casi 2.2 millones de unidades se vendieron hasta que llegó la segunda generación en 2007 y para ello Renault apenas tuvo que recurrir a un refrescamiento exterior denominado de “fase 2”, con ligeros cambios en la parrilla, en las luces, en el interior y en ciertos detalles mecánicos para corregir ciertas carencias del modelo original.

Robusto, fiable, simpático y utilísimo, el Twingo además logró para Renault algo que no todas las marcas logran con productos de tan bajo precio: ganar dinero.   El Twingo supuso para la firma francesa un importante bálsamo financiero en un momento en el cual financieramente no era tan sólida como ahora.

La segunda generación, llamada Twingo II, apareció en el 2007 y a pesar de ser un válido carro urbano, no tuvo ni la singularidad, ni el impacto de su predecesor.   En el 2014 apareció la tercera generación o Twingo III y esta, como su antecesor, fue proyectada como un Clio a escala, recortado y ahora con cinco puertas y transeje trasero. (Flash del Motor).

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