Kubica le ganó su reto al destino tras seis largos años
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El piloto polaco Robert Kubica cumplió esta semana una importante meta personal al lograr colocarse al volante de un monoplaza de Fórmula 1 tras recuperarse de las graves lesiones en su brazo derecho sufridas en febrero de 2011.
El test realizado por el volante de 32 años se desarrolló en el Circuito Ricardo Tormo de Valencia, el mismo escenario donde Kubica pilotó por vez primera un auto de F-1 a inicios de febrero de 2011, apenas tres días antes de sufrir el aparatoso accidente durante el Rally de Andora, en Italia, que casi le cuesta su brazo derecho.
Los medios confirmaron que Kubica cubrió 115 vueltas a la pista de Valencia en un monoplaza Lotus E20 con una unidad de potencia Honda equivalentes a 460 km de pista, pero no reseñaron datos de prestaciones.
La jornada fue organizada por Renault, quien preparó el monoplaza E20 con un motor V8 de 2.4 litros con sus colores oficiales de esta temporada en reemplazo de los colores dorado y negro originales, a fin de usarlo para jornadas promocionales y para desarrollar jóvenes pilotos como Sergey Sirotkin, quien también se puso a su volante.
Kubica busca regresar a las carreras en circuitos a tiempo completo, luego de realizar su regreso al deporte a través del rally, categoría en la cual militó durante varios años hasta retirarse a inicios del 2016. (Flash del Motor).