La comparativa de emisiones de CO2 confirma las ventajas del etanol para una movilidad más sostenible
Stellantis simula en un test comparativo el uso de un vehículo con cuatro fuentes de energía diferentes, y mide la emisión total de CO2 en cada situación. Los resultados, medidos en uso dinámico y en tiempo real, prueban la efectividad y sostenibilidad del etanol como una opción asequible para la descarbonización.
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Stellantis simuló un vehículo en una prueba dinámica alimentado con cuatro fuentes de energía diferentes, para medir la emisión total de CO2 en cada situación. El coche fue alimentado con etanol y comparado en tiempo real con la misma situación de conducción en tres alternativas: con gasolina tipo C (E27); 100% eléctrica (BEV), abastecida por la matriz energética brasileña, y 100% eléctrica (BEV) abastecida por la matriz energética europea. En la comparación se utilizó la metodología y tecnología de conectividad desarrollada por Bosch, que considera no solo la emisión de CO2 asociada a la propulsión, sino las emisiones correspondientes a todo el ciclo de generación y consumo de la energía utilizada. Es el concepto ‘well-to-wheel’ o ‘del campo a la rueda’, en el caso de los biocombustibles.
Durante la prueba comparativa realizada en el simulador, el vehículo recorrió 240,49 km y se obtuvieron los siguientes resultados de emisiones de CO2 durante el trayecto:
· Gasolina (E27): 60,64 kg CO2eq
· 100% eléctrico (BEV) con energía europea: 30,41 kg CO2eq
· Etanol (E100): 25,79 kg CO2eq
· 100% eléctrico (BEV) con energía brasileña: 21,45 kg CO2eq.
“Los resultados prueban las ventajas comparativas de la matriz energética brasileña, especialmente la importancia de los biocombustibles para una movilidad más sostenible”, analizó Antonio Filosa, presidente de Stellantis para América del Sur. Al considerar el balance total de emisiones de todo el ciclo energético, el vehículo propulsado por etanol presenta ventajas incluso en comparación con un vehículo eléctrico de batería alimentado con energía generada en Europa, considerando las características de la matriz energética europea. En comparación con la gasolina, el etanol se destaca aún más. El balance final muestra que, al comparar los dos combustibles, el uso de etanol evitó la emisión de 34,85 kg de CO2eq en la ruta, equivalente a 144 gramos de CO2eq por kilómetro recorrido. El etanol reduce la huella de carbono en más de un 60%.
BIO-ELECTRO: UN HÍBRIDO NACIONAL QUE COMBINA ETANOL Y ELECTRIFICACIÓN
La matriz energética brasileña, en la que se destacan los biocombustibles y la electricidad generada por medios renovables, es una ventaja comparativa para el país, que puede ser utilizada para promover una movilidad más sostenible. Stellantis trabaja en la opción estratégica de desarrollar soluciones, tecnologías y componentes para vehículos híbridos en Brasil que combinen etanol y electrificación. Para organizar estos esfuerzos, la empresa lanzó la plataforma BIO-ELECTRO , sustentada en tres pilares:
· Academia: cubre información, formación y contratación.
· Lab: incubación de ideas y desarrollo de ecosistemas
· Tech: materialización de soluciones, innovación y localización de la producción
BIO-ELECTRO articula en torno a Stellantis un amplio conjunto de alianzas estratégicas, destinadas a acelerar el desarrollo y la implementación de nuevas soluciones de descarbonización de movilidad y propulsión a motor. Su gran objetivo estratégico es nacionalizar las soluciones, la tecnología y la producción, impulsando una ola de reindustrialización sectorial.
ESTRATEGIA DE DESCARBONIZACIÓN DE STELLANTIS
Stellantis se formó en enero de 2021, a partir de la fusión de FCA y PSA, con una visión de movilidad sostenible. Las estrategias del grupo están alineadas con el desarrollo de soluciones de eficiencia energética en productos y servicios, reducción de emisiones, electrificación e hibridación, conducción autónoma, coches más conectados a través de contenidos y plataformas de comercio electrónico. El plan estratégico global de la compañía, Dare Forward 2030, proyecta la descarbonización completa de todo el ciclo productivo para 2038, con una reducción del 50% ya en 2030.
Hacia estos objetivos, la compañía invierte en múltiples alternativas de propulsión, como la electrificación, y prevé que el 100% de sus ventas en la Unión Europea en 2030 sean vehículos eléctricos. En Estados Unidos, la participación de los tranvías será del 50%. Considerando sus 14 marcas icónicas, para 2030 Stellantis planea ofrecer globalmente 75 modelos de propulsión eléctrica (BEV), lo que representará ventas anuales de 5 millones de unidades en todo el mundo. Para alcanzar estos objetivos, Stellantis está invirtiendo 30.000 millones de euros para 2025 en electrificación y desarrollo de software.
Además, la compañía está construyendo una amplia infraestructura para garantizar sus objetivos, que incluyen la construcción, ya en marcha, de una red global de cinco gigafábricas de baterías para vehículos, capaz de proporcionar hasta 400 gigavatios hora de producción de baterías para 2030. En Al mismo tiempo, Stellantis asume posiciones relevantes en el mercado estratégico de materias primas, a través de adquisiciones y asociaciones en proyectos de litio y cobre, entre otros.
LA DESCARBONIZACIÓN DE STELLANTIS EN SUDAMÉRICA
Stellantis en América del Sur es parte activa del plan estratégico a largo plazo Dare Forward 2030 y trabaja para alcanzar los objetivos regionales de descarbonización. La empresa está enfocada en reducir y neutralizar las emisiones de gases de efecto invernadero en las unidades industriales y a lo largo de la cadena de valor. En esta ruta, Stellantis busca la matriz energética múltiple para aprovechar las ventajas competitivas regionales para hacer la propulsión más limpia y eficiente. El análisis regionalizado muestra que la necesidad de descarbonización en Brasil se da en una realidad específica, diferente de otras regiones del planeta.
En Europa, la necesidad de descarbonización se centra en la industria automotriz y se basa en un camino tecnológico hacia la electrificación basado en las condiciones europeas. La matriz energética local tiene una gran proporción de combustibles fósiles, lo que impone limitaciones a las opciones de descarbonización, lo que lleva a la opción inmediata por la movilidad electrificada. El costo financiero de este camino es alto.
La realidad brasileña es muy diferente. La matriz energética es más sustentable, por el uso de biocombustibles y la generación de electricidad por medios renovables. Esta característica de la matriz energética abre al país un abanico de opciones de soluciones de movilidad, en condiciones privilegiadas. El etanol es un fuerte aliado en la reducción de las emisiones de CO2 en Brasil. Su combinación con la electrificación puede ser una alternativa de transición competitiva para la difusión de la electrificación a precios asequibles, además de la capacidad de la empresa para alcanzar los objetivos de emisiones. Cuando se considera en el concepto del pozo a la rueda (en este caso, del campo a la rueda), el etanol es altamente eficiente en términos de emisiones, porque la caña de azúcar en su ciclo de desarrollo de la planta absorbe del 70% al 80% del CO2 liberado en el producción y quema de etanol combustible.
Brasil tiene cuatro décadas de tecnología acumulada en esta área y la intensificación del uso de etanol es una decisión inteligente, que tiene en cuenta la inmensa plataforma de producción, logística y distribución que ya existe en el país, además de la flota de combustible flexible en circulación. La combinación de etanol con electrificación en motores híbridos es una alternativa adecuada para el país como transición hacia una movilidad sostenible baja en carbono, ya que permitirá el acceso de mayores segmentos del mercado de consumo a tecnologías bajas en emisiones.
Los vehículos eléctricos, aunque eficientes en el proceso de descarbonización, tienen un costo muy elevado, lo que impide su adquisición por amplios rangos de consumidores. La solución 100% eléctrica aún no tiene la escala necesaria y necesita ser desarrollada y mejorada, para que pueda convertirse en una alternativa masiva en una estrategia efectiva de descarbonización en un país en desarrollo con características de ingreso como las de Brasil. Está claro que la propulsión eléctrica es la tendencia dominante en el sector de la automoción mundial y Stellantis, como una de las mayores empresas globales del sector, se está moviendo en esta dirección. En Brasil, la empresa ya ofrece la más amplia gama de modelos eléctricos y electrificados, incluidos turismos y vehículos comerciales ligeros: Fiat 500e, Peugeot e-208GT, Peugeot e-2008, furgonetas Citroën Ë-Jumpy, Peugeot e-Expert y Fiat escudo,
No se trata, por tanto, de oponerse a la descarbonización y la electrificación. La descarbonización es el resultado deseado y necesario, mientras que la electrificación es una de las vías para lograr la descarbonización de la movilidad. El uso de etanol combinado con electrificación es el camino más rápido y viable desde el punto de vista social, económico y ambiental para una creciente electrificación de la flota brasileña.
ECONOMÍA CIRCULAR
Es importante señalar que el proyecto de carbono cero no solo incluye los vehículos, sino toda la cadena de valor involucrada en el ciclo de producción. Comienza con el desarrollo de productos y la cadena de suministro más eficientes en CO2, continúa con una fabricación más eficiente, el producto, la red de distribuidores y el usuario. Al final del ciclo del producto, se abre otro ciclo, con remanufactura, reutilización y reciclaje. Es la economía circular la que hace que el ciclo sea virtuoso.
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