Los brasileños están más interesados en comprar autocares eléctricos

Una investigación global de PwC muestra que tres de cada cuatro brasileños pretenden comprar un vehículo con esa tecnología hasta 2029, de acuerdo a Auto Industria.
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Tres de cada cuatro brasileños, el 75%, pretenden comprar un coche eléctrico en los próximos cinco años. Este es uno de los principales datos que recoge el estudio “Hacia la movilidad eléctrica – Expectativas del consumidor y preparación para la era del vehículo eléctrico”, de Strategy&, la consultora estratégica de PwC.
El índice revelado para Brasil supera el promedio mundial del 62%. Según la consultora, en los países de América Latina el país está liderando la transición hacia la movilidad eléctrica.
PwC entrevistó a 17.000 personas de 27 países para identificar la disposición de los consumidores a adoptar la movilidad eléctrica, las barreras para ello y las expectativas relacionadas con la adopción de vehículos totalmente eléctricos.

El estudio reveló, por ejemplo, que los países y regiones en desarrollo —América Latina, Indonesia, China e India— tienen un mayor interés en la movilidad eléctrica y que hasta el 80% de los consumidores estarán dispuestos a comprar un auto a batería en 2029.
Adriano Correia, socio y líder del sector de Energía y Utilities de PwC, destaca el ahorro de combustible, la recarga alternativa en el hogar y el menor impacto ambiental como los principales factores que llevan a los consumidores brasileños a considerar la adopción de vehículos con tecnología.
Esta encuesta arroja luz sobre la satisfacción de los actuales propietarios de vehículos eléctricos. En Brasil, ninguno de los entrevistados dijo estar dispuesto a volver a comprar un coche con motor de combustión interna.

El cinturón, sin embargo, todavía presenta obstáculos para un progreso mayor y más rápido en la movilidad eléctrica. Se refiere principalmente a la infraestructura de carga (el 65% de los propietarios de vehículos eléctricos en todo el mundo dependen de infraestructura privada para cargar sus autocares) y también a los altos costos iniciales de adquisición en comparación con los autocares de combustible.