Los noventa años de la inolvidable Marilyn Monroe, un icono del cine, la televisión y el automovilismo
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Los aficionados al octavo arte de todo el mundo no dejaron pasar por alto la fecha del 1º de junio, cuando se cumplieron 90 años desde que en EE.UU nació la actriz Norma Jean, quien luego se hizo inmortal y sigue siendo recordada como Marilyn Monroe.
Más allá de su indudable impacto en el mundo del cine, como sex symbol y como icono pop del Siglo XX (y de la propia historia de la Humanidad), la actriz americana impregnó con su magnetismo, carisma e impronta personal varios objetos del mundo contemporáneo.
Uno de los objetos que Marilyn Monroe mitificó fue el automóvil, aunque no era propiamente ni una coleccionista ni siquiera una aficionada.
Su primer auto fue un descapotable Ford Super Deluxe rojo de 1948, en el cual realizó sus primeras sesiones fotográficas. Eran momentos económicamente duros y la actriz perdió su contrato con la TV, por lo cual aceptó posar desnuda en ese auto. Sin embargo eso no bastó para resolver sus problemas económicos y le fue embargado.
A fines de 1953, gracias a un nuevo agente comercial, Marilyn Monroe se había recuperado lo suficiente como para adquirir otro auto y ésta vez lo compró de agencia: un descapotable Cadillac negro de 1954 con el cual celebró su boda con el beisbolista Joe Di Maggio.
A mediados de los años ’50 la carrera artística de Marilyn había despegado lo suficiente como para que los fabricantes de autos quisieran asociarle a sus productos, por lo cual la actriz se fotografió en muchos carros, no todos de su propiedad.
Por entonces ella se desplazaba en un Lincoln de 1956, que pidió pintar en color rosado al modificador George Barris. Luego llegó el carro que le condujo a la fama: el Ford Thunderbird rosado de 1956. De este carro se han dicho muchas cosas, incluyendo que al ser vendido algún tiempo más tarde, se descubrió que la actriz había quemado su tapicería en varias partes con cigarrillos. Ford hizo mucho hincapié en el carro y su color, llegando a vender ediciones especiales del Thunderbird en color rosa hasta descontinuar el modelo en el 2004.
Existen muchas fotos de Marilyn en unidades Thunderbird, mayormente en uno de color oscuro de 1957, perteneciente a Arthur Miller, su pareja.
Ya convertida en un icono cultural, Marilyn Monroe solía mantener al menos dos unidades Cadillac, una de dos puertas (con o sin techo) usualmente de color rosado y otra de tipo limousine, para sus desplazamientos. Su último carro fue un descapotable Chrysler 300 de 1962 de color blanco, que le fue entregado varias semanas antes de morir y también usó en algunas sesiones fotográficas.
Ninguno de los autos de Marilyn Monoe sobrevive oficialmente, aunque ello es muy difícil de precisar, al no haber registros y porque en ocasiones no eran propiedad de la actriz, sino que le fueron asignados en calidad de leasing. (Flash del Motor).