Marchionne no regañó a nadie en Ferrari tras Suzuka

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El Presidente del equipo italiano Scuderia Ferrari y de la fábrica de autos deportivos Ferrari, Sergio Marchionne, se tomó con filosofía los eventos del pasado fin de semana durante el Gran Premio de Japón, en el cual los monoplazas rojos volvieron a verse perjudicados por problemas de fiabilidad que parecen haber comprometido casi totalmente la expectativa de lograr al menos el título de pilotos.

Las primeras y esperadas reacciones del “supremo” Marchionne tras la derrota japonesa se hicieron esperar hasta el lunes en la tarde, cuando en el programa de entrevistas “Class” de la cadena americana ‘CBS’ habló de lo ocurrido.

“Esas cosas les pueden pasar a todos, en especial a nosotros, a quienes nos pasó en carrera. Lo importante es mantener el nivel de confianza que hemos tenido hasta ahora. Hay que recordar que hace un año nadie apostaba a que Ferrari pudiera estar en esta situación (de luchar por el título)”.

Además de hablar sobre lo ocurrido a los autos de Sebastián Vettel y Kimi Raikkonen en Japón, Marchionne respondió preguntas sobre el repunte del equipo Red Bull Racing y sobre la amenaza que ahora suponen para las esperanzas de Ferrari de conseguir el subcampeonato de equipos.

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“No quiero ser arrogante, pero pienso que hoy Ferrari y Mercedes están al mismo nivel. Red Bull ha hecho progresos también, pero no creo que eso afecte nuestra posición en las carreras. La temporada aún no está perdida. Todavía hay tiempo para compensar. Tengo gran confianza en recuperar parte de la gran brecha con Mercedes en las cuatro carreras que aún faltan. Con toda modestia, creo que en Ferrari hemos hecho un gran avance con el carro…”

Marchionne no se mostró particularmente decepcionado con la avería de la caja de cambios que obligó a Raikkonen a penalizar cinco puestos, ni con el incidente de carrera que obligó al finlandés a recuperar desde la décimo cuarta posición para luego terminar quinto a 32” del ganador. Pero sí fue lapidario al hablar del fallo en la bujía del auto de Vettel:

“Un disparate técnico que tuvo un gran impacto en un carro que cuesta millones de euros…”

En anteriores declaraciones, Marchionne había achacado a problemas con un proveedor las causas de las averías que afectaron a Vettel y Raikkonen durante el Gran Premio de Malasia de hace una semana. Extraoficialmente se comentó durante el fin de semana de carreras de Japón que el problema de componentes eléctricos y ramales que tanto daño hizo en aquella ocasión se vincula al proveedor italiano Magnetti Marelli, quien se ha asociado desde tiempos inmemoriales a Ferrari y cuyo nombre no ha sido demasiado divulgado en respeto a una relación “mutuamente exitosa y productiva”

DE CÓMO FERRARI PASÓ DE SER CONTENDIENTE A SER PERDEDOR

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El Director General del equipo italiano Scuderia Ferrari, Maurizio Arrivabene, manifestó su desagrado por los resultados de las tres últimas competencias del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, luego que una avería en una bujía obligó al retiro del alemán Sebastián Vettel el pasado domingo en el Gran Premio de Japón, decimosexta prueba de la temporada 2017 de la especialidad.

“¡Es frustrante! Por supuesto que lo es. No hemos perdido por problemas de diseño del carro, ni por problemas con los pilotos, ni por falta de rendimiento, ni por carecer de algún elemento técnico, sino por cosas absolutamente banales que no tienen que ver con el proyecto en sí…”, dijo Arrivabene.

Ferrari mantuvo a Sebastián Vettel al frente del Campeonato del Mundo de Pilotos hasta el Gran Premio de Italia, al cual el alemán llegó con siete puntos de margen sobre Lewis Hamilton, luego de haber permanecido invicto desde el inicio de la temporada, en Australia.

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En Italia, Ferrari preveía que el rendimiento del carro no sería equiparable al del Mercedes AMG por causa de la configuración de la pista, cuyas largas y rápidas rectas favorecían más al caballaje del motor Mercedes-Benz. Lewis Hamilton ganó la carrera para el equipo alemán y Vettel terminó tercero, cediendo el liderazgo por tres puntos.

A pesar de la escandalosa diferencia de rendimiento entre Ferrari y Mercedes AMG en Italia, los miembros del equipo rojo no se mostraban en lo absoluto alarmados, porque confiaban en que su monoplaza se adaptaría mucho mejor a las pistas que quedaban por visitar.

En el circuito callejero de Singapur, la superioridad del auto no se manifestó en los niveles esperados por Ferrari, por lo cual Vettel tuvo que dar una vuelta de calificación absolutamente al límite, en la cual golpeó el muro varias veces, para colocar el monoplaza en pole position.

Vettel se había presentado en Singapur visiblemente agotado por los efectos de una fuerte campaña de promoción pública realizada por Ferrari, quien le requirió en varios eventos en diferentes partes de Italia y en Alemania, vinculados a la celebración de los 70 años de la empresa. Afectado por la falta de sueño, el violento cambio de huso horario y la propia presión de la lucha por el título, Vettel se mostraba perfectamente vulnerable a cometer algún error de apreciación o de reflejos, a diferencia de su rival al título, Lewis Hamilton, quien se presentó más relajado al haberse tomado unos días libres.

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Las condiciones truculentas de la largada de la carrera de Singapur, bajo luz artificial y con pista mojada por la llovizna, jugaron una mala pasada a Vettel cuando éste se barrió desde la pole position para mantenerse delante de Max Verstappen, quien había acelerado algo mejor y en su intento frenético de tomar la primera posición lo único que logró fue quedarse encerrado entre ambos Ferrari, tocando con su rueda delantera izquierda la trasera derecha del auto de Kimi Raikkonen, quien se vio proyectado hacia el de Vettel. El alemán fue severamente cuestionado por haberse cerrado demasiado a su izquierda cuando en realidad hizo lo que debía hacer cualquiera en su posición y mereció que su joven oponente holandés aceptase la lógica y ética de las carreras, cediendo la posición en vez de insistir en una maniobra de pase que no tenía ya posibilidad. Irónicamente, el holandés al entender la necesidad de ceder la posición, lo hizo cuando ya era tarde, logrando con ello comprometer a Raikkonen en una posición en la cual todo piloto experto habría tenido el temple necesario para no crear la situación que provocó el abandono inmediato de ambos Ferrari, del Red Bull y del McLaren Honda de Fernando Alonso de una carrera que debió haber terminado con ambos Ferrari al frente, seguidos de ambos Red Bull y con Hamilton en quinto lugar. Por ello es más que explicable la sorpresa con la cual el británico recibió tal regalo de la suerte. Eso, expresado en números, le otorgaba una ventaja de 28 puntos.

En Malasia no se esperaba que Ferrari fuese tan superior como en Singapur, pero sí que tuviera nivel para estar ligeramente delante de Mercedes AMG. Y habría sido así de no ser porque tras dominar detrás de Raikkonen la tercera sesión de ensayos libres, Vettel reportó un problema eléctrico que llevó al box a cambiar la unidad de potencia por pura precaución. Las prisas, sin embargo, hicieron a los técnicos cometer un error de montaje en los accesorios del turbo y Vettel no pudo participar en la calificación. El domingo, Raikkonen fue víctima de una avería análoga a la sufrida por Vettel el sábado, vinculada a un ramal eléctrico, pero ocurrió en plena parrilla de largada, quitándole al finlandés una victoria segura y cambiándosela por un cero. Como consolación, Vettel hizo una remontada fenomenal, remontando desde la última posición hasta la cuarta a base de ritmo puro, solo para ver cómo un tonto incidente en la vuelta de honor con Lance Stroll dejaba destruida la parte posterior de su Ferrari.

Añadir a la victoria inesperada de Singapur un igualmente inesperado segundo puesto en Malasia, otorgó a Hamilton una ventaja de 34 puntos sobre Vettel.

Los problemas de fiabilidad de Ferrari siguieron en Japón, con Raikkonen obligado a ceder cinco puestos en la parrilla de largada al tener que instalar una nueva caja de cambios y con Vettel, obligado a abandonar cuando el calor ambiental y la competitividad de su auto apuntaban hacia una muy probable victoria sobre Hamilton.

Sumando dos victorias contra otros tantos ceros de Vettel y añadiendo la escolta en Malasia, Hamilton se ha encontrado con un liderazgo tan amplio como irreal de 59 puntos.

“Esperaba una lucha muy cerrada con Vettel en esta serie de carreras, pero lo que les ha ocurrido es increíble…”, dijo Hamilton en Japón.

A falta de cuatro carreras para terminar la temporada, el Director General de Ferrari, Maurizio Arrivabene, insiste en que “el Campeonato no ha terminado” y añade que “no hay que rendirse”.

Vettel, más pragmático, dijo el domingo:

“No hay que ser un genio para darse cuenta de que el título se nos está escapando de las manos, pero ahora no queremos sentarnos a revisar qué fue lo que pasó. Todos estamos demasiado cansados, demasiado frustrados. Necesitamos primero descansar y recuperar fuerzas. Luego veremos qué pasó y qué se puede hacer…”

Al evaluar sus expectativas de titularse en esta temporada, Vettel dijo:

“Las cosas están muy difíciles, pero no hay que pensar en eso. Solo podemos concentrarnos en ganar las cuatro carreras que faltan y luego ver qué pasa…” (Flash del Motor).

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