Otro triunfo de padre e hijo en el cierre de la temporada automovilística paraguaya
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Es increíble, pero es una realidad. El automovilismo deportivo de Paraguay ha tenido dos fines de semanas inéditas en su historial.
El pasado domingo, en el desarrollo de la última fecha del Campeonato Sudamericano FIA/Codasur 2017 con la prueba denominada Rally del Atlántico en Uruguay, los grandes triunfadores fueron padre e hijo.
En la general absoluta y los autos de Tracción Total, Miki Zaldívar, llevando a navegante a Edgardo Galindo, a los mandos de un Skoda Fabia R5, se convertía en el decimosexto piloto guaraní en hacerse de una general y de la RC2 de la prueba charrúa en sus 24 ediciones disputadas hasta ahora.
Pero, lo más llamativo es que su hijo Miguel Zaldívar, llevado de acompañante a Víctor Figu Aguilera, a los mandos de un Citroën DS3 R3 Max, se hacían de la general de los autos de Tracción Sencilla y la RC3.
Fue un hecho atípico y que se dio por vez primera en el historial de deporte motor nacional y la muestra de que se está viniendo rápidamente un recambio generacional en el Rally de Paraguay, la categoría de autos de mayor suceso en este país y que posee el mayor parque motor, adecuando a las exigencias actuales de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
La historia fue comentada en los principales escenarios de la categoría y por supuesto celebrado a lo grande por la familia Zaldívar-Zuccolillo.
..Y DE INMEDIATO SE VINO OTRO LOGRO SIMILAR
Pero, no paso una semana para repetirse la historia y en el seno de otra familia muy consustanciada con la actividad motor nacional. Diego Domínguez, ganador de tres ediciones del Rally del Chaco, la máxima prueba automovilística paraguaya y que venía de un párate de casi un año, se manto a los mandos de un Skoda Fabia R5, propiedad de Tiago Weiler.
El popular Diego, se lanzó a la pista asfáltica de la costanera de Asunción, escenario del cierre del Campeonato Nacional de Súper Prime 2017, llevando de navegante a su hijo, Thiago y la gano en forma brillante aunque, peleando rueda a rueda con Fabricio Zaldívar, otro de los hijos de Miki Zaldívar, también con un Skoda Fabia R5 y la asistencia del mismo Figu Aguilera.
De esa manera Diego, se hacía de la general de los 4×4 y de la Clase RC2. Pero la historia, tampoco finaliza allí. Diego, su hijo y nieto de otro ganador del Rally del Chaco, Humberto Domínguez y que proviene del karting y como Miguel y Fabricio Zaldívar, hizo debutar un Peugeot 208 R2, llevando en su butaca derecha a Piero Fustagno, hijo del hoy retirado navegante, Fabio Fustagno.
…Y para ellos fue el triunfo absoluto en la general de los autos 4×2 y la RC4. Esto marcaba el segundo logro de triunfos en forma simultánea de padre e hijo. Primero, los Zaldívar y luego los Domínguez.
Estos dos hechos no dejan de despertar la admiración de muchos y deja a las claras que el automovilismo deportivo de Paraguay, a más de su espectacular parque motor tiene a nuevos talentos que se vienen y con enormes ganas de hacer un cambio generacional.
Hasta hace poco hablábamos de la presencia de hijos de ex pilotos, como los Galanti, Masi, Zaldívar, Planas, Saurini, Antebi y otros. Incluso ya vivimos la aparición de un representante de una tercera generación, como el caso de Fabrizio Galanti, el hijo de Marco Darío Galanti, nieto de Marco Tati Galanti y sobrino de Alejandro.
El deporte motor paraguayo, en donde la categoría de rally es la pasión nacional vive de esta forma un avance de los más pequeños y todos ellos provienen del karting, en donde las primeras armas son fundamentales para este avance.
FUE UN TRIUNFO PELEADO DE INICIO A FIN
Diego Domínguez no la saco fácil, en el cierre del Súper Prime. Tuvo que sudar la gota gorda, pero lo hizo con mucho gusto, porque su gran rival fue un representante del Karting, categoría que él lo maneja y con resultados altamente positivos.
La puja en la Costanera, fue espectacular. A autos iguales y con las mismas ganas de ser el mejor. Al final se impuso la experiencia de Diego ante las enormes ganas de Fabrizio Zaldívar, que no tiene aún ni dos ralléis o Súper Primes encima y subía por vez primera a un auto de Tracción Total.
Tras los tres giros al trazado de casi 6.000 metros, la diferencia final para el ganador fue de solo 30 centésimas, una cifra ínfima en cualquier actividad deportiva en donde los cronómetros marcan las diferencias.
La tercera plaza fue para el Toyota Etios R5 de desarrollo nacional con la conducción de Alejandro Galanti y Dustin Toyotoshi. El piloto tampoco desentono y demostró ya como el año pasado cuando ganaba esta misma prueba asuncena, haciendo debutar a Fabrizio Galanti como navegante.
DIEGUITO, SE LUCIO A BORDO DEL LEON
Por su parte, su hijo Diego se justificó de la mejor forma en su primera presencia en un auto de rally. Se montó en el Peugeot 208 R2, que hacía tiempo llego al país y con cronos increíbles manejo la Tracción Simple y la RC4.
Tampoco la unidad de la marca del León dejo dudas de su potencial y promete brindar muchas emociones en su ingreso de lleno en la temporada 2018.
En la segunda plaza arribo el Citroën DS3 R3 Max de Juan Martin Masi y Andrés Canillas, otro competidor proveniente del Karting y la tercera plaza para el Honda Civic Type R de Carlos Bogado y Jorge Cruz (h). Masi y Canillas, también se adueñaron de la Clase RC3.
En la RC2N, el Mitsubishi Evo X de Enrique Zapag y Facundo Cañiza fue el ganador de la Costanera, mientras en la RC2NL, lo hacían Juan Torrado y David González, con un Mitsubishi Evo VI.
En la RC3A, los ganadores fueron Marcio Villar y Arturo Cattebeke con Volkswagen Gol ; en la RC4L, Miguel Cabral con Roberto Aguilera, con Honda Civic Type R y en la Clase RC5, Jorge Gracia con Tomas Plate, con Peugeot 106 S 16v.
Finalmente, en la Clase STD o Autocross, los ganadores fueron: Robert Rodríguez con Ricardo Morel.
UN ESPECTACULO QUE GUSTA Y ATRAE
No hay dudas, que esta segunda edición del denominado Desafío del Asfalto es un espectáculo que atrae. Durante su desarrollo de vuelta una gran cantidad de aficionados se ubicó a los costados de la capa asfáltica de la Costanera, pese al intenso calor con la que se inició la jornada y de forma coincidente con el desarrollo del futbol que podría haber tenido ya su definición.
Del año pasado a esta parte muchas cosas cambiaron. Ahora se sumaron más autos de la nueva generación, aprovechando que ya finalizo el Nacional de Rally y lo estuvieron en las pruebas del Nacional de Súper Prime de la temporada.
La presencia de los autos históricos, de las pasadas épocas de los ralléis nacionales como el Toyota Corolla WRC, el Celica ST185, el Ford Escort Cosworth e incluso un Formula Nacional, la última categoría de monospostos de Paraguay dieron su show y muchas personas que incluso no la vieron en acción la disfrutaron con su andar casi ya muy lentos con el paso de los años y el avance de la tecnología hoy presentes en los autos de nuestro tiempo.
Tampoco, falto la presencia de dos representantes de la categoría del Rally Cross Country, como la GWM Proto de Andrea Lafarja, la VW Saveiro de David White y Ronni Asrilevish la quads Yamaha Raptor del dakariano paraguayo, Nelson Sanabria. A ellos se sumaron de igual forma una buena cantidad de motocicletas de alta cilindrada que dio su show.
Muchas cosas, igualmente mejoraron en lo que hace al montaje del espectáculo. Todo estuvo muy ordenado, mejor que el año pasado. Ha costado mucho sacrificio organizativo para la gente del Centro Paraguayo de Volantes (CPV), que si esta vez tuvo falencias con sus cronometristas, algo que queda pendiente para su mejor evolución para la próxima temporada. Eso no solo en este tipo de pruebas, sino también en los rallieis nacionales.