Pilo Caballero, un piloto de la “Estrella” que dejó su marca en Paraguay
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Por César Insfrán
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Han transcurrido 50 años de una historia épica de Mercedes-Benz en una de las pruebas rallisticas más difíciles del mundo, el TransChaco Rally. Su gran protagonista fue Elpidio “Pilo” Caballero, un piloto que hizo historia en Paraguay y fue conocido como el piloto de la “Estrella”.
El 26 de septiembre del año 1971 se inicia la disputa de la primera edición del TransChaco Rally, la prueba automovilística más conocida de Paraguay, que se inició como un desafío, pero que se ha convertido en una tradición cuya pasión y arrastre no tiene límites.
En sus 50 años de vida, la competencia lleva cumplidas 46 ediciones y se aguarda este año su cuadragésima séptima versión, suspendida a raíz de la pandemia del Covid-19 en el 2020 y 2021, quedando ahora señalada su desarrollo para el mes de junio, por vez primera en su historia, ya que siempre fue efectiva en septiembre o en octubre.
Desde ese primer año, la prueba que fue propuesta por el ciudadano inglés, Philip Bell su desarrollo fue continuo hasta 1983, teniendo luego una pausa obligada por una decisión gubernamental entre los años 1984, 1985 y 1986, regresando al calendario en 1987.
Desde su primera edición la competencia que en sus inicios admitió la presencia de autos de dos categorías, la del Grupo A que recibía a unidades de hasta 1.300 c.c. y la B de 1.300 en adelante.
En esos tiempos, todas las unidades participantes eran automóviles de calle o de producción y la preparación de la misma gozó del ingenio de los primeros amantes del deporte motor paraguayo.
UN TERRENO DESÉRTICO Y COMPLICADO
El TransChaco Rally recorría caminos y senderos de la región Occidental de ese país, la conocida como Chaco Paraguayo y que fue escenario de una sangrienta contienda bélica entre este país y Bolivia entre los años 1932 a 1935.
El nacimiento de la prueba se dio como un desafío a enfrentar las dificultades de este terreno, desértico y que ofrecía una carrera similar al Safary Rally de Kenia, a la que se buscaba imitar en aquellos tiempos.
En las épocas de sequía este suelo es complicado por la presencia de sectores parecido al desierto y el polvo en suspensión no se disipa rápidamente; y en tiempos de lluvia se presenta como muy lodoso, en donde circular unos metros demanda del ingenio de los conductores de automóviles e incluso unidades todo terreno.
Las autoridades gubernamentales de Paraguay en aquellos apoyaron abiertamente su disputa, teniendo en cuenta que el Chaco era como una región abandonada, en donde solo desde 1928 comenzaron a ser habitados y desarrollado por los colonos alemanes y canadienses que llegaron a Paraguay y conformaron las primeras colonias denominadas como Filadelfia y Loma Plata, entre otros, hoy zonas florecientes y productoras ganaderas que potencian las exportaciones de Paraguay en el mundo.
UN HISTÓRICO TRIUNFO DE MERCEDES-BENZ
Entre los primeros participantes de aquella primera edición del año 1971 apareció una unidad Mercedes-Benz, la S220, preparada por Elpidio “Pilo” Caballero en aquellos tiempos ya era funcionario de la parte de servicios de la firma representante en Paraguay de la línea de producción de la Casa de Stuttgart, la empresa Condor SACI.
Caballero, era uno de los pocos expertos mecánicos que tenía la certificación oficial de la marca como profesional habilitado a brindar servicios a los productos de Mercedes-Benz, a la que asistió en decenas de oportunidades para cursos de actualización.
Las ediciones iniciales de la carrera permitían la presencia en cada auto de tres integrantes, el piloto, el copiloto y un acompañante, teniendo en cuenta los problemas que se podían tener durante su desarrollo.
Incluso, los participantes debían llevar a bordo mucha agua, alimentos e incluso armas de fuego para su defensa ante la presencia de animales salvajes.
El citado funcionario, convertido en piloto llevó como acompañantes en ese desafío a otro piloto ya consagrado en las pruebas de pistas, como Roberto “El Pavo” Bittar y Fernando “Melón” Dumot.
UNA PRUEBA EXTREMA DE PRINCIPIO A FIN
La prueba fue extrema y durante sus tres días de disputa y con el recorrido de 2.000 kilómetros se presentaron dificultades inolvidables de la que sólo salieron los que optaron por imponer el ingenio y aguardar que sus elementos mecánicos no presenten fallas insalvables.
El Mercedes-Benz de Caballero, Bittar y Dumot, se comportó como un verdadero tanque alemán y venció los miles de dificultades del Chaco para salir airoso y ser la ganadora de la Clase B.
Ese logro fue histórico para esta tripulación y la marca alemana que ya se posiciona como una de las más admiradas del mercado paraguayo, demostrando su dureza para vencer situaciones muy extremas.
Caballero, inició aquella épica presencia de Mercedes-Benz y se convertía así en uno de los pilotos pioneros del Transchaco Rally y uno de los profesionales paraguayos que llegó más arriba dentro de una marca, como la alemana Daimler AG como uno de sus mejores técnicos en América Latina y a la vez piloto oficial de rally en una histórica prueba.
Con posterioridad y a lo largo de toda su vida profesional el popular “Pilo” cosechó logros que lo ubicaban como uno de los mejores animadores de esta prueba y uno de los profesionales de la “Marca de la Estrella”, en su puesto primero dentro de la estructura del representante de Mercedes en Paraguay, la firma Condor SACI y luego ya en su puesto particular ubicada también en Asunción, la capital paraguaya.
En sus posteriores presencias en las ediciones del TransChaco Rally, Caballero también gozo de la atención de otro ciudadano paraguayo que brindo y dejo la historia de sus servicios profesionales a la marca en Alemania.
Nos referimos a Julio Frank, que en cada una de las presencias de “Pilo” en la carrera venía al país a atender la participación de su amigo y casi nunca como amigo sino enviado o asesor por parte de la matriz alemana.
Hasta casi al final de la década de los 80, Caballero estuvo en cada una de las ediciones chaqueñas y siempre con unidades Mercedes-Benz, de las más diferentes especificaciones.
Luego ya se alejó de los rally, pero su pasión por la prueba no tuvo fin, siendo siempre un aficionado firme en observar su desarrollo.
EL “PILOTO DE LA ESTRELLA”
El día 28 de octubre del año 2020, caballero murió con más de 80 años, pero se fue tras ser reconocido como uno de los grandes pioneros que dieron vida al Rally del Chaco por parte del Touring y Automóvil Club Paraguayo (TACPy), la Autoridad Deportiva Nacional (ADN) de Paraguay en el rubro motor y organizadora de la dura competencia y para pilotos consagrados que la corrieron como más extrema que el Safary Rally.
Con la partida de Caballero se fue un pedazo grande de la historia de los primeros años del Transchaco Rally, la máxima expresión de la actividad mecánica de Paraguay.
Su última presencia se registró en 1987, cuando la prueba regresaba al calendario deportivo nacional, luego de un receso de 3 años por una injusta decisión gubernamental.
El tiempo entre el anuncio del desarrollo de la prueba de aquel año fue corto, pero Caballero, de vuelta alineó su Mercedes-Benz y se lanzó a su última carrera con un Mercedes-Benz C230, que le había enviado la casa de Stuttgart como premio a una gran tarea en la “Vuelta a la América del Sur”, otra historia que también se relata en esta crónica.
FUE PILOTO OFICIAL DE LA DAIMLER AG
El amor y la pasión por la marca lo llevó a ser reconocido como piloto oficial de la matriz Mercedes-Benz, siendo hasta ahora el único representante paraguayo en gozar de este privilegio que lo puso en la vidriera en el desarrollo de una inolvidable prueba rallística de largo aliento que se llamó “Vuelta a la América del Sur”, que se disputó en el año 1978.
La prueba fue una idea de Juan Manuel Fangio y Juan Manuel Bordeu que nació en una cena 1973 y que demoró 5 años para su realización apareciendo como organizadores el francés Jean Pasture y el periodista Jorge Augé Baqué.
El Rally tenía casi un recorrido completo de 30 mil kilómetros, comenzando en Buenos Aires y una duración de 39 días.
La prueba fue quizás más dura y espectacular que el Rally-Raid del Dakar y se disputó un año antes del nacimiento de esa prueba africana en sus inicios y que luego también se hizo sudamericana.
Diez fueron las etapas de esta prueba con sus enlaces y sectores especiales de velocidad, como las de Buenos Aires-Montevideo, Montevideo-Asunción, Asunción-Brasilia, Brasilia-Caracas, Caracas-Bogotá, Bogotá-Quito, Quito-Lima, Lima-La Paz, La Paz-Santiago, Santiago-Buenos Aires, con jornadas de descanso en Río de Janeiro, Manaos, Caracas, Cuzco y Ushuaia, a media etapa y cuyo libro de ruta tenía más de 1.000 hojas en tres tomos.
Andrew Cowan y Clin Malkin, fueron los ganadores de la prueba, con un Mercedes Benz 450SLC, integrantes del equipo DaimlerAG, que la integraban otros 5 autos, que coparon la clasificación general hasta la quinta ubicación, siendo quizás el más importante la unidad Mercedes-Benz 280E que tenía en su mando a Pilo Caballero y el ciudadano alemán Jürgen Manfred Nathan, quien residía en Argentina y que como Caballero era otro de los pocos profesionales que gozaban de la certificación oficial de la marca.
Caballero y Nathan, quedaron posicionados en la décima posición final de la carrera, circulando siempre detrás de la caravana de los autos oficiales, de manera a brindar sus servicios en caso de necesidad y que el Dakar denominó “Mochileros”.
UN LIBRO ABIERTO DEL TRANSCHACO RALLY
La muerte de “Pilo” dejó un hueco muy grande en toda la historia del Rally del Chaco, que la vivió y la disfruto con triunfos, grandes actuaciones y los momentos en que la máquinas ya no respondía para seguir y tenían que conjugar la difícil palabra abandono.
Sus grandes conocimientos de mecánica nunca tuvieron límites y su don de gente siempre lo hizo lucir ayudando incluso a sus rivales ante problemas mecánicos que hasta parecían insalvables.
Cuando ya se sentía el paso de los años, dejó su taller especializado a sus hijos Gerónimo y Héctor, que también llegaron preparados para el recambio.
Gerónimo se convirtió finalmente y hasta hoy lleva las riendas de este taller ubicado en Lambaré, una zona cercana al centro de Asunción ya que Héctor se trasladó a los Estados Unidos en donde vive e igualmente posee un taller muy identificado con Mercedes-Benz.
“Pilo”, era una fuente importante de consulta de la historia del Chaco en un país, en donde hasta hoy es muy difícil acceder a una base de consultas de los historia y en dónde archivos importantes se han desechado sin tener el menor cuidado de estar destruyendo lo mas valiosos elementos del pasado.
Incluso, en la base del Touring y Automóvil Club Paraguayo no existe un banco de datos de los más mínimos detalles de esa competencia.
Pilo, era un libro abierto como fuente de consulta y uno de “Los Pioneros” que se adelantaron a muchos de sus grandes compañeros que convirtieron en tradición una prueba que se inició como una simple aventura y que perdura con el paso del tiempo y se ha convertido en una tradición y una pasión sin límites en este país ubicado en el corazón de la América del Sur.