Pocos incentivos para el auto eléctrico en Sudamérica y diversos sectores se muestran preocupados
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Los gobiernos y autoridades de tránsito y ambiente de las naciones sudamericanas no están ofreciendo ni a los automovilistas, ni a las empresas automotrices, ningún tipo de incentivo que proyecte la difusión de vehículos totalmente eléctricos sobre sus homólogos de combustible fósil.
Brasil sigue siendo el país más aventajado de Sudamérica en términos de desarrollo de propuestas que consuman combustibles alternativos, o no generen emisiones de escape y existen varias empresas públicas y privadas que están desarrollando proyectos de flotilla para vehículos cero emisiones de transporte masivo, o en modalidad compartida. Sin embargo los entes gubernamentales no ofrecen incentivos fiscales ni a la compra de los vehículos, ni a su mantenimiento, ni al desarrollo de este tipo de planes.
El portal brasileño ‘AutoInforme’ citó al Presidente de la Asociación Pro Vehículos Eléctricos de Brasil (ABVE por sus siglas en portugués), Ricardo Guggisberg, diciendo:
“Estamos perdiendo la cita con la historia” al referirse a esta falta de incentivos.
Según datos de ABVE, el 5% del parque automotor mundial tiene trenes de mando híbridos o eléctricos, “pero la participación de Brasil es inferior al 0,01%”.
Los fabricantes e importadores aspiran a que el gobierno brasileño otorgue al menos los incentivos que ya se otorgan a las industrias locales de ensamble y autopartes, además de propiciar que se desarrolle una red local de proveedores de piezas para ellos a fin de abaratar el (elevado) costo de producción.
Una situación similar se vive en Colombia, donde algunas marcas ofrecen autos eléctricos o híbridos, pero la demanda es muy poca debido a que sus precios y costos de mantenimiento son claramente superiores a los de los carros tradicionales de similar potencia y rendimiento.
En Brasil, Colombia, Argentina y otros países sudamericanos donde hay oferta abierta de vehículos eléctricos y/o híbridos, está pendiente por desarrollarse una red funcional de asistencia posventa.
Sin embargo, por lento que sea el arranque de los autos alternativos en Brasil, la situación es diametralmente opuesta a la del vecino país, Venezuela, donde el automóvil alternativo sencillamente no existe.
“Nadie en Venezuela tiene planteado ofrecer autos eléctricos, porque la infraestructura para darles apoyo no existe. La movilidad híbrida, eléctrica o de bajas emisiones es absolutamente desconocida en ese país, donde la crisis de la industria automotriz local ya ha llevado a los automovilistas venezolanos a saltarse toda una generación de tecnología tradicional”.
En Brasil, Edson Orikassa, el Presidente de la Asociación de Ingeniería Automotriz (AEA, por sus siglas en portugués) también se hace eco de la situación y piensa que hay que impulsar la llegada del auto eléctrico “porque traerá resultados positivos para la sociedad como la reducción del volumen de monóxido de carbono en la atmosfera. Los escapes de los autos tradicionales generan tres toneladas de monóxido al día ¡solo en la ciudad de Sao Paulo!”
El directivo añadió:
“Ya la industria local maneja la tecnología, pero ésta solo tendrá viabilidad comercial si los entes públicos generan inversiones y elaboran políticas coherentes para su desarrollo”.
Según afirmó ‘AutoInforme’ “la tecnología del auto eléctrico no es nueva, pero hoy todo el mundo considera que los carros menos contaminantes son una alternativa concreta para mejorar la calidad de vida de las personas”. (Flash del Motor).