¿Por qué Extreme E corre en el desierto de Atacama en Chile?
Mientras Extreme E se dirige al desierto de Atacama en Chile (24 y 25 de septiembre) para el Antofagasta Minerals Copper X Prix, la penúltima ronda de la temporada 2, echamos un vistazo a los desafiantes problemas climáticos y ambientales que enfrenta esta región sudamericana.
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La carrera en sí tendrá lugar en el desierto de Atacama, al sur de la mina Centinela, que se encuentra a 700 millas al norte de la capital, Santiago. Esta es la región más seca (no polar) del mundo.
La decisión de Extreme E de competir en esta parte de Chile fue instigada por los desafiantes problemas climáticos que enfrenta esta región, y también para destacar la industria del cobre y su importancia para los vehículos eléctricos.
Al igual que en muchos otros lugares, se espera que las temperaturas anuales promedio aquí aumenten debido a los efectos del cambio climático, en particular en las áreas del norte del país, donde se espera que experimenten un mayor aumento en los próximos años. A pesar de los niveles variables de precipitación en otros lugares, el desierto de Atacama de Chile sigue siendo una de las regiones más secas de la Tierra.
Pero, ¿por qué está tan seco aquí?
El científico de cambio climático de Extreme E, el profesor Carlos Duarte explica: “El desierto de Atacama, que se extiende a lo largo de 1000 km entre las latitudes 19°S y 30°S, es prácticamente estéril. Esta vasta área está bloqueada por la humedad en ambos lados porque está delimitada por dos cadenas montañosas, la Cordillera de la Costa al oeste y la Cordillera de los Andes al este. Esto crea una gran sombra de lluvia de dos lados que en gran parte el agua viaja horizontalmente en el viento desde el Océano Pacífico o el Atlántico. Esto lo convierte en el lugar más seco de la Tierra, con una precipitación media anual de menos de 2 mm. En extensas zonas de Atacama, ni las plantas más robustas pueden crecer”.
La falta de biodiversidad resultante puede conducir a un colapso dentro de un ecosistema en funcionamiento, a saber: polinización, purificación del aire, producción de materiales renovables, control de plagas y descomposición. Un buen ejemplo de esto es la rana Loa, ahora casi extinta, una especie dependiente del agua y vital dentro de la cadena alimentaria, ya que es un controlador natural de plagas.
Además, y formando parte del foco de Extreme E en Chile, la carrera también se centra en la minería del cobre. Dado que los vehículos eléctricos dependen en gran medida del cobre no solo para la producción sino también para la carga de la batería, Extreme E tiene como objetivo destacar el desarrollo de alternativas sostenibles. La organización minera chilena y socio anfitrión, Antofagasta Minerals, tiene la misión de desarrollar la minería para un futuro mejor y utilizará el evento para mostrar sus métodos innovadores e inclusivos que están transformando positivamente esta industria crucial.
Todas las operaciones mineras de Antofagasta están ubicadas en áreas que incluyen el ya seco Desierto de Atacama, lo que hace que la gestión sostenible del agua en la industria minera sea fundamental. El Grupo es pionero en el uso de agua de mar cruda y ahora está construyendo una planta desalinizadora en su operación Los Pelambres. Anticipa que el agua de mar cruda o desalinizada y el agua reciclada representarán el 90% del consumo de las operaciones mineras del Grupo para 2025.
El Profesor Carlos Duarte explica además:“El desarrollo sostenible involucra múltiples dimensiones: económica, social y ambiental. Sin embargo, la principal preocupación de la sostenibilidad ambiental de la industria minera es evitar y reducir el impacto ambiental en las diferentes etapas del ciclo de vida de la minería, donde la industria minera necesita anticiparse a los posibles efectos negativos que sus operaciones puedan generar. Lograr una minería sostenible requiere un fuerte liderazgo. Sin una sustentabilidad mejorada, la creciente demanda de metales podría conducir a un fuerte aumento en los impactos de la minería en el medio ambiente”.
Adicionalmente, y no menos importante, Extreme E apoya y abandera los extensos proyectos comunitarios que se desarrollan en la región gracias en gran medida al trabajo de Antofagasta Minerals. En línea con su propio pilar de igualdad de género, la empresa tiene una carrera de empleo femenino por encima del promedio (dentro de la industria) del 17,8%. Tiene un programa de Aprendizaje Comunitario que ha reclutado a muchas mujeres en el negocio. Estos programas de aprendizaje tienen como objetivo aumentar el número de mujeres estudiantes de STEM, así como de mujeres en puestos más técnicos, como operadores de equipos mineros y trabajadores de mantenimiento.
Además, Antofagasta Minerals también ejecuta múltiples Proyectos Comunitarios exitosos. Durante 2019 a 2021, más de 30 de estos proyectos se implementaron en Sierra Gorda y Michilla, incluido un plan de emergencia para la ciudad, energía limpia, cirugías dentales, mejora de la infraestructura comunitaria, eficiencia hídrica, iniciativas fotovoltaicas (solar) para viviendas.
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