Recordando a Carl Bosch y su enorme milagro

Carl Bosch 1
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El pasado lunes se cumplieron 48 años desde que el 7 de mayo de 1970 falleció el científico alemán Carl Bosch, cuyo apellido se asocia invariablemente a la trasnacional alemana de piezas eléctricas para vehículos y desarrollos técnicos.

La trasnacional Bosch siempre se asocia al recuerdo del ingeniero Robert Bosch, que fue justamente el creador de la trasnacional y a quien se le atribuye haber inventado la bujía y otros elementos eléctricos que revolucionaron la ingeniería mecánica. Sin embargo éste tuvo un sobrino menos conocido, Carl Bosch, quien a su vez fue un gran industrial y un gran inventor.

Según el portal científico ‘ScienceHeroes’, el trabajo de Carl Bosch ha contribuido a salvar la vida de 2.720 millones de personas y esta cifra sigue aumentando día a día, porque todavía la influencia del ingeniero sigue patente en el mundo moderno.

Carl Bosch desarrolló industrialmente los descubrimientos del químico alemán Fritz Haber, quien logró crear artificialmente amoníaco a partir de la combinación de nitrógeno e hidrógeno en un proceso catalítico controlado.

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Haber falleció seis años antes que Bosch, pero ambos ganaron Premios Nobel de química. El científico químico Haber lo recibió en 1918 al sintetizar el proceso del amoníaco y Bosch lo recibió en 1931 al demostrar que podía desarrollarse a gran escala y de manera rentable.

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El proceso de Haber-Bosch fue y es un importante factor en la producción de fertilizantes. Se calcula que más o menos la mitad de fertilizantes usados en el proceso de siembra y agricultura se producen basándose en este proceso científico-industrial.

El amoníaco también se usa en procesos industriales asociados a la metalurgia y ello, por extensión, asocia el nombre de Carl Bosch a la industria automotriz, aunque de un modo un poco menos directo que el de de su tío Robert.

El interés de Bosch en el proceso del amoniaco fue, además de químico, industrial y, sobre todo, comercial. Ese interés fue la base de una fuerte estructura productiva que a la fecha sigue generando dividendos. En cambio, Fritz Haber tuvo intereses netamente científicos, pero estos trascendieron a otros ámbitos y el químico incluso experimentó en el área del armamento bacteriológico y químico. Algo que hizo incluso contra la voluntad de su familia y que, entre otras cosas, causó el suicidio de su esposa.

Haber y Bosch son citados frecuentemente junto a otros científicos de su generación como Nicolás Tesla, entre aquellos personajes de la ciencia que, pese a ser artífices de grandes avances, no suelen estar entre los más recordados. (Flash del Motor).

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