Renault pone a Fernando de Noronha en la senda de las emisiones neutrales
El proyecto del fabricante de automóviles reúne vehículos eléctricos y centrales solares, según una publicación de Auto Industria.
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Las ventas aún pequeñas de vehículos eléctricos no han sido un obstáculo para varias acciones de Renault que tienen como objetivo expandir y promover la movilidad eléctrica e inteligente en Brasil. E incluso lejos de los principales mercados de automóviles de consumo, las grandes ciudades
Replicando experiencias ya en marcha en Francia y Portugal, el fabricante de automóviles francés está creando otra “isla inteligente” en el país. El elegido fue Fernando de Noronha, ubicado a 500 kilómetros de la costa de Pernambuco y el más grande del archipiélago considerado patrimonio natural de la humanidad por la Unesco.
Fernando de Noronha ha recibido recursos que redundarán, en el futuro, en su neutralidad en cuanto a emisiones de carbono. Mobilize, la empresa de movilidad del grupo francés, se encarga de dotar al pequeño territorio de 17 km² de coches eléctricos, estaciones de carga alimentadas por paneles solares y un sistema de gestión que reenvía el exceso de energía a la red de servicios comunitarios local.
El proyecto “Noronha Carbono Zero” comenzó a despegar apenas dos años después de la firma de un acuerdo entre el fabricante de automóviles y el gobierno de Pernambuco. “El objetivo del proyecto es ampliar el ecosistema energético del archipiélago, que actualmente es esencialmente fósil, y proponer fuentes de energía limpias y renovables para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, explica Lívia Kinoshita, gerente de marketing de Renault do Brasil.
El primer paso fue el suministro de autos eléctricos Zoe, Twizy y Kangoo ZE para uso de la administración de la isla. El objetivo es que, de forma paulatina, todos los vehículos de combustión interna que circulan por él, incluso los privados, sean sustituidos por coches eléctricos en 2030.
El segundo paso, que comenzó este año, es la creación de un sistema público de recarga solar, con estaciones eléctricas equipadas con paneles fotovoltaicos. Cada electrostación suministra hasta seis vehículos simultáneamente, proporcionando 26 MWh de energía por año, suficiente para que los usuarios viajen hasta 180.000 km al año; el excedente se transfiere a la red.
Para cubrir esta distancia en los coches de combustión interna se consumirían cerca de 20.000 litros de combustible fósil, calcula Renault. “Es un ecosistema completo de vehículos eléctricos, estaciones de carga y almacenamiento basados en energías renovables”, refuerza Lívia Kinoshita.
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