Renault y Nissan siguen siendo socios esenciales

Con compras separadas, los fabricantes de automóviles se convierten en “clientes” de otros en proyectos y mercados específicos, detalla un informe de Auto Industria.
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A pesar de haber definido la continuidad de la asociación que comenzó en febrero hace 24 años, la alianza global de Renault con Nissan y Mitsubishi sólo entrará en una fase completamente diferente a partir de finales de este año. Si antes un fabricante de automóviles dependía visceralmente de estrategias e inversiones conjuntas con otros, esto ya no será así.
A partir de ahora, Renault y Nissan (Mitsubishi está por debajo de su compatriota japonés) actuarán, digamos, de forma independiente, pero, si lo desean, también podrán aprovechar las oportunidades, productos y estrategias lideradas por el socio.
El acuerdo ahora es que el desarrollo de un proyecto o estrategia para un segmento o región específica será responsabilidad de la empresa que tenga una posición más sólida, más recursos técnicos y mayor experiencia y liderazgo en ese mercado. Corresponde al socio decidir si está interesado o no en aprovechar este conocimiento y esta estructura.

Carlos Henrique Ferreira, Director de Comunicaciones para la Región de América de Renault, ejemplifica:
“La próxima generación de la Frontier, una camioneta fabricada en Argentina por Nissan y que tiene su versión Renault en Alaska, será naturalmente un proyecto liderado por la propia Nissan. La futura camioneta compacta, segmento en el que actualmente contamos con Oroch, aprovechará la experiencia y la capacidad de desarrollo de Renault”.
Carlos Henrique Ferreira: las habilidades definirán a los líderes de proyectos.

En la práctica –incluso con participaciones cruzadas, hay que recordarlo– Renault será cliente de Nissan en las camionetas de gran tamaño, mientras que en las camionetas compactas la marca japonesa comprará el vehículo comercial ligero diseñado, desarrollado y fabricado por Renault.
“Pero siempre preservando la identidad de cada marca y la personalidad de sus productos”, subraya el director de Renault.
Anunciada para finales de este año, la separación del área de compras de la Alianza respalda esta nueva forma de operar la asociación global.

Si antes incluso los artículos de oficina y de limpieza eran objeto de una sola negociación, a partir de 2024 cada automotriz tendrá su propia estructura y personal para adquirir materiales, componentes e insumos directos e indirectos.
Así, por ejemplo, sólo le corresponderá a Renault negociar con los proveedores de su nueva camioneta compacta, aunque podría ser un futuro modelo de Nissan y se fabrica, como anunció, en la planta de su socio en Córdoba.
Es casi un repaso de lo que se hizo en este ámbito tras el surgimiento de la Alianza, iniciativa del polémico Carlos Gohsn. Casi porque, si bien las compras conjuntas ya no son obligatorias, tampoco están del todo descartadas, asegura Ferreira.
“Si hay oportunidades de ahorro conjunto, eventualmente pueden ocurrir en un área determinada”.
“La Alianza pasará de un modelo global estandarizado a una cooperación impulsada por proyectos para permitir decisiones rápidas y ágiles y cumplir con los requisitos regionales. Los mercados son cada vez más regionales debido a las diferencias en las regulaciones, el camino hacia la electrificación y la demanda de conectividad”, dijo Renault en un comunicado.
No será de extrañar, por tanto, que en el futuro en el mismo mercado el cliente encuentre vehículos primos locales de las marcas Renault y Nissan o exclusivos de una u otra. Incluso en diferentes plataformas, algo que era económicamente improbable o improbable incluso hace tanto tiempo.