Rindieron tributo a un icono automovilístico de la Argentina
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En ocasión de cumplirse el pasado martes 14 de noviembre 33 años del cese de producción del famoso Ford Taunus en Argentina, han sido numerosos los recordatorios que de este modelo han publicado y compartido diversos especialistas del sector del automóvil en Argentina.
Según recordó la especialista argentina Adriana Mascheroni Garzón a través de diversos medios digitales, “fue el 14 de noviembre de 1984, cuando el último Ford Taunus salió de la fábrica de General Pacheco”.
La especialista precisó: “Un sedán con motor de cuatro cilindros y 2.3 litros, con acabado Ghía fue la última de las 197.031 unidades fabricadas del modelo” en Argentina.
En su reseña Mascheroni dijo: “Todo comenzó diez años antes, un 3 de junio de 1974, cuando la primera unidad Taunus, con motor 2000 cc y acabado L, salió de la línea de producción”.
A lo largo de una década, el Taunus se ofreció con carrocerías sedán de cuatro puertas y coupé hatchback. El modelo recibió un rediseño que afectó mayormente su línea exterior y se distribuyó en versiones L, GL y Ghia, así como en varias decoraciones especiales de producción limitada.
Entre las notas aportadas por la experta destaca que “el carro “chico de Ford” llegó a ser el más vendido del país en 1982, pero el cese de su producción en Europa ese mismo año y la Guerra de las Islas Malvinas impidieron seguir importando piezas desde Inglaterra, lo cual selló el final del Taunus argentino dos años después”.
Tras suspenderse el proceso de producción en la planta de General Pacheco en Argentina, “las matrices se vendieron a Otosan, la subsidiaria de Ford en Turquía, donde el Taunus continuó su andadura hasta 1993”.
El Taunus fue la evolución natural del compacto Cortina, que se produjo en Gran Bretaña y Alemania en tres generaciones. En esos lugares el reemplazo del modelo fue el aerodinámico Ford Sierra, que también se produjo en Argentina.
Adriana Mascheroni es una ferviente defensora del Taunus. Ella y su esposo conservan celosamente una unidad “última serie” Taunus 2.3 Ghia de 1984 que se mantiene en condiciones muy originales y que reemplazó a una unidad más antigua, un Taunus 2.0 L, que prestó al matrimonio fiel servicio por muchos años.
“Todos saben cuánto amo a estos autos, sean “línea vieja” o “línea nueva”, sedán o cupé, con motor 2.0 o 2.3. Todos son nobles, son cómodos y si se les trata con cariño duran para siempre”, expuso Mascheroni. (Flash del Motor).