Se cumple un nuevo año del ingreso de los primeros autos japoneses en los EEUU
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Medios especializados norteamericanos reseñaron brevemente que en la última semana de enero de 1958 la industria automotriz doméstica vivió un evento tan histórico como modesto, cuando se registró el desembarque de los primeros autos japoneses oficialmente comercializados en territorio norteamericano.
La empresa japonesa Toyota y su máximo competidor, Nissan, hicieron ingresar al país del norte lo más pulido de lo que entonces era un incipiente portafolio de exportación. En ambos casos, la propuesta era un pequeño sedán en torno a 4 metros de largo, con cuatro puertas y tres cuerpos diferenciados.
El producto con el cual Toyota inició su aventura comercial en EEUU fue el sedan Toyopet Crown y el auto elegido por Nissan para probar suerte fue el sedán Datsun 1000. Ambos tenían una apariencia similar, muy ajustada a los cánones estéticos de la época y se movían a impulso de pequeños motores de cuatro cilindros en torno al litro de cilindrada y capaces de generar unos 55 HP que se transmitían a las ruedas traseras.
Ambos autos japoneses, el Toyopet Crown y el Datsun 1000, representaron la intención de sus fabricantes de aprovechar lo que tenía todo el aspecto de ser un importante boom comercial, como ya estaban mostrando las crecientes ventas del utilitario Volkswagen Escarabajo, que había llegado al mercado americano en 1949 y para 1957 ya superaba las ventas de varios autos de fabricación norteamericana.
Para enero de 1958, fecha de ingreso de Toyota y Nissan al mercado de EEUU, el boom comercial de Volkswagen se había extendido hacia marcas como Fiat y Renault, que importaban exitosamente sus modelos 600 y Dauphine. Ese movimiento hizo a Ford responder lo que consideraban una “demanda puntual” con el Anglia de origen inglés mientras GM hizo lo mismo pidiendo a sus subsidiarias de Gran Bretaña y Alemania, Vauxhall y Opel, crear carros pequeños “con estilo norteamericano” como el Victor y el Rekord.
Las ventas iniciales de Toyota y Nissan en EEUU no equipararon a las de los pequeños autos europeos, pero ese año el mercado total de autos sufrió una inesperada caída en consecuencia a un breve período de recesión económica que hizo desinflar al hasta entonces pujante mercado de clase media.
La penetración de los carros europeos y de pequeño tamaño se aproximó al 10% del total, lo cual generó grandes críticas a la industria doméstica, que se vio obligada a reconocer su error y responder en el mismo terreno, planteando alternativas al Volkswagen en lo que se dio en llamar “auto compacto”: un fenómeno social y comercial que impactará indeleblemente a Norteamérica a partir de 1959.
Las ventas de Toyota y Nissan en EEUU pronto se vieron complementadas por las repuestas de estas marcas al vehículo todo terreno Willys Jeep, que se denominaron Toyota Land Cruiser FJ20 y Nissan Patrol. Las ventas de ambas marcas japonesas fueron aumentando paulatinamente en los años ’60, pero no será sino a partir de 1966 cuando experimenten un boom espectacular con la llegada de la marca Honda y de modelos claramente de exportación como el Toyota Corolla y el Nissan Blue Bird. Era el inicio de un boom comercial e industrial que se conoció como el “milagro japonés” y se fortaleció durante los años ’70 con las sucesivas crisis en el suministro de combustible.
En la actualidad Toyota es el fabricante de autos más importante del mundo, con ventas en torno a los 13 millones de unidades anuales, mientras Nissan – segunda marca más importante de Japón – mantiene una pujante alianza con la francesa Renault, que les ha llevado a absorber otras marcas (incluyendo la también japonesa Mitsubishi) para también apuntar decididamente a entrar en el grupo de los cinco fabricantes de autos más grandes del mundo. En ambos casos, EEUU representa el mayor mercado de exportación, aunque ya desde hace tiempo las dos empresas manejan ambiciosas operaciones de ensamble local. (Flash del Motor).