Siete nuevos modelos de Alfa Romeo previstos hasta el 2018
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El Grupo automovilístico Fiat-Chrysler anunció su previsión de lanzamientos para la filial italiana Alfa Romeo, marca perteneciente al gigante italoamericano.
Con la firme intención de multiplicar nada menos que por cinco las ventas de vehículos con espíritu deportivo de la firma del Biscione, siete nuevos modelos llegarán en el plazo de cuatro años para renovar gran parte de la oferta de turismos y coupés actuales.
Cronológicamente, su modelo Spider será de los primeros en llegar (no confundir con el Alfa Romeo 4C Spider), justo para 2016, para continuar con las versiones sedán y wagon de los modelos Giulia y Alfetta, que aterrizarán en el mercado en 2017 y 2018 respectivamente.
La compañía retoma nuevamente nombres asociados a modelos ya míticos en la marca, de manera que el Giulia estará destinado a competir en el segmento de las berlinas medias, con el BMW Serie 3 como objetivo, y el Alfetta tornará completamente desde sus orígenes de coupé ligero de finales de los setenta a berlina de representación moderna, para robar una parte del pastel al Serie 5 de BMW.
En los planes de Alfa Romeo también entran dos modelos de crossover, uno compacto y otro más grande, con tintes propios de la marca, que imprimirá en ambos el toque deportivo correspondiente (ninguna marca puede negarse a estas alturas a participar de la moda SUV, pese a su a menudo innecesario lastre).
Pero sin lugar a dudas, Alfa está dispuesta a volver por sus fueros recuperando la tracción trasera, como hiciesen hasta que cesó la producción del carismático Alfa 75, y cuya identidad muchos “alfistas” siempre achacaron a la marca haber lapidado al pasarse al empleo masivo del eje motriz delantero. La plataforma estará diseñada también para adoptar tracción integral, y su nombre interno es Giorgio.
Alfa Romeo 4C Spider 2 siete nuevos modelos de Alfa Romeo previstos hasta el 2018. Por su parte, los modelos Mito y Giulietta con tracción delantera, no serán renovados al final de su vida comercial, plan que formará parte de la profunda reestructuración prevista por el grupo automovilístico para relanzar la marca en su 104º aniversario, que desde 1986 se encuentra en manos de Fiat sin que ésta haya conseguido hasta el momento alcanzar las cotas que se propone con cada nuevo planteamiento estratégico.
Esta vez la misión será en conjunción con Maserati, para promover la venta del espíritu más pasional y puramente italiano que siempre ha caracterizado a las dos firmas.
De hecho, ambas marcas mantendrán su producción en Italia. La apuesta de Sergio Marchionne es llegar a los 500.000 vehículos anuales, pese al escepticismo inicial con que ha sido recibida la idea. No obstante, no establece un marco de tiempo exacto, a sabiendas de que el último ejercicio se saldó con unas discretas ventas de 100.000 unidades. (Flash del Motor)