Todo listo para recibir la Cherokee edición año 2019
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Las oficinas de Relaciones Públicas de la División Jeep, perteneciente a la trasnacional automotriz Fiat Chrysler Automobile Group (FCA Group) han comenzado a difundir a través de sus canales habituales diversas informaciones que anticipan la llegada al mercado de la edición 2019 del utilitario deportivo Cherokee.
Mientras los medios especializados han difundido algunas especulaciones sobre cambios en el tren de mando de la utilitaria, los responsables de las RR.PP de Jeep se han limitado a precisar que “todo se sabrá en Detroit”, confirmando que la presentación oficial de la edición 2019 del Cherokee se realizará el 16 de enero próximo, al inaugurarse el Salón Norteamericano Internacional del Automóvil en Detroit, estado de Michigan (NAIAS, por sus siglas en inglés).
“La nueva Jeep Cherokee 2019 ofrece la mayor capacidad de carga de su segmento y también ofrece un nuevo diseño” anticipan los mensajes difundidos por Jeep, que añaden “ahora es más autentica y ofrece más calidad”.
En comparación con el modelo que Jeep comenzó a distribuir dentro de su portafolio para la temporada 2014, el nuevo modelo rediseñado exhibe una estampa más robusta que visualmente se acerca mucho más al buque insignia de la división, el Jeep Grand Cherokee, de tamaño completo.
En confirmación de lo anticipado por algunos medios, el rediseño del Cherokee no afecta mayormenet la configuración básica de su carrocería, que sigue siendo de tipo “crossover”, con cuatro puertas y un enorme portón posterior. Elementos como la superficie vidriada o las puertas se mantienen inalterados.
Tal como ya ha ocurrido un par de veces con el utilitario Grand Cherokee de tamaño mayor, el rediseño aplicado por Jeep al Cherokee propone nuevas fascias parachoques de apariencia actualizada, una parrilla menos dramática y rompedora que la muy cuestionada solución propuesta en el modelo original de 2014, ruedas de renovado diseño, una revisión de la apariencia de los grupos ópticos en los extremos que ha ameritado cambiar un poco la chapa externa de carrocería y una revisión de los paquetes y niveles de equipamiento, que seguirán pivotando en torno a denominaciones como Laredo, Sport y Limited.
Donde se esperan más novedades es en el área dinámica, con una masificación de las transmisiones de ocho velocidades que Jeep y Chrysler hicieron debutar precisamente con este modelo. Las unidades de cuatro cilindros y V6 ya conocidas serán revisadas para ofrecer un rendimiento más eficiente, que combine una superior entrega de potencia, una mejor curva de torque y menores emisiones de escape, mientras algunos especialistas han divagado con la llegada de una edición especial de alto rendimiento, en la línea del Grand Cherokee SRT, que sin embargo no ha sido confirmada hasta el momento por la marca.
El Cherokee creó el actual y activo mercado de los vehículos deportivos utilitarios (SUV por sus siglas en inglés) en 1984, cuando Jeep presentó la generación XJ. Desde entonces el vehículo ha sido una referencia en este segmento en EE.UU y en ciertos momentos penetró con éxito el mercado europeo (cuando Chrysler y Renault tenían intereses comunes, antes de la llegada de Daimler-Benz). La actual generación, aparecida en 2013 como modelo de 2014 impuso una marcada mutación desde el concepto de SUV hacia el concepto “crossover” pero la respuesta del mercado ha hecho a Jeep enfocar su desarrollo reincorporando vigorosamente las características que definen a un SUV y haciendo un importante esfuerzo para separar al Cherokee del Compass, que acabó siendo el producto elegido por Jeep para explorar el segmento de los crossover de tamaño compacto al cual en determinado momento decidió atender con el Cherokee, tal como Ford quiso hacerlo con su Explorer.
A diferencia del Explorer, al que su propio fabricante no vacila en describir como un crossover, el Cherokee permanece en la parcela de los SUV y ello le enfrenta a rivales como el Toyota 4 Runner de nueva generación.
En Venezuela, Jeep ensambló las versiones XJ, KJ y KK del Cherokee hasta agotar las piezas en 2014. Las pocas unidades que desde entonces han llegado al país del nuevo modelo lo han hecho a través de la importación particular y no existen planes para ensamblarlo localmente en la planta de FCA en Valencia, que se mantiene prácticamente inactiva ante la dificultad existente para importar materia prima para el ensamblaje y para adquirir insumos hechos en el país por la red local de autopartistas. (Flash del Motor).