Vendieron el automóvil americano más caro de la historia
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Medios norteamericanos reseñaron que el pasado fin de semana, durante los eventos en torno a la edición 2018 del famoso “Concurso de Elegancia” que se realiza anualmente en Pebble Beach, EEUU, se estableció un nuevo récord mundial por lo que respecta al auto norteamericano de mayor precio del mundo.
Una subasta conducida por la empresa especializada Gooding & Company adjudicó por 22 millones de dólares una impresionante unidad Duesenberg SSJ descapotable de dos asientos producida en 1935.
“Se acaba de establecer un nuevo récord de precio en subasta para un carro de producción norteamericana”, estableció la firma especializada en accesorios, restauraciones y reparaciones Hagerty, al dar referencias del hecho.
El Duesenberg SSJ de 1935 se presentó a la subasta en unas condiciones magníficas de conservación y sin requerir una restauración mayor. El alto valor del carro fue consecuente con la rareza de éste, con su prestigio entre los coleccionistas y por sus notables condiciones de originalidad.
Los historiadores recordaron que el Duesenberg SSJ fue relacionado en su tiempo con importantes personajes del mundo empresarial y del cine, incluyendo al actor norteamericano Gary Cooper, quien tuvo una unidad dotada con una carrocería especialmente diseñada y de bajo peso.
Entre las particularidades notables del Duesenberg SSJ se encuentran su motor de 8 cilindros en línea de 4.7 litros de desplazamiento y su sistema de sobrealimentación con compresor, que le convirtió en uno de los carros más potentes del mundo en su momento y en el carro norteamericano hecho en serie de mayor precio y mayor rendimiento.
Los Duesenberg eran autos muy caros en la Norteamérica de 1935 y fueron creados por los hermanos Fritz y August Duesenberg, quienes siempre buscaron los límites más altos en calidad y rendimiento al desarrollar sus productos.
La empresa Duesenberg dejó de existir poco después de fabricarse los superlativos SSJ. Para entonces la empresa había sido adquirida por el industrial August Cord, quien la unió a su emporio de marcas, que acabó denominándose con las letras ACD por Auburn, Cord y Duesenberg. (Flash del Motor).