Vettel y Ferrari dejaron Mónaco entre frustrados y satisfechos
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El alemán Sebastián Vettel, titular del equipo italiano Scudería Ferrari, no ocultó su descontento con los resultados conseguidos el pasado fin de semana en el 76º Gran Premio de Mónaco, sexta prueba del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, en el cual terminó en segunda posición y no pudo inquietar el liderazgo del australiano Daniel Ricciardo a pesar de los problemas técnicos sufridos por éste.
“Sí… el ritmo para ganar lo teníamos. Pero fue una carrera complicada en general”, dijo Vettel con gesto serio a varios periodistas inmediatamente tras la competencia.
Un análisis más amplio del alemán expuso que “supimos que (Ricciardo) tenía problemas… me lo informaron por radio, pero igual me di cuenta por el modo en que pilotaba. Su manera de acelerar, frenar y tomar las curvas era muy irregular, por lo cual resultaba impredecible hacer alguna maniobra”.
Vettel también se manifestó incómodo con el desempeño de los compuestos Pirelli:
“Nunca me sentí confiado del todo con el agarre. No tuve mucha confianza con el primer juego de cauchos. Luego montamos uno nuevo y en principio fue bien, pero luego fue cambiando. Entre que los cauchos no me daban confianza y que el pilotaje de Daniel (Ricciardo) era impredecible debido a sus problemas, no me pude acercar. Lo intentamos, pero el DRS aquí (el sistema de reducción de penetración aerodinámica) no ayuda mucho y realmente no nos podíamos quedar mucho tiempo tras suyo (porque subían mucho las temperaturas de operación del carro), aparte que tampoco es lo mejor en una pista como ésta, porque los frenos y la caja sufren mucho”.
El piloto de Ferrari expuso que “decidimos reservarnos para atacar al final, no con la idea de superarle, porque no podíamos seguirle, pero sí tratando de romper su concentración, de hacerle cometer un error. Al final llegó un Safety Car Virtual y en el reinicio, se intercaló un McLaren (el de Stoffel Vandoorne), así que perdí el contacto. Los cauchos se enfriaron y necesité vuelta y media para que volvieran a coger temperatura, pero ya era tarde para intentar ningún ataque”.
Varios medios explicaron que en contra de Vettel jugó la excesiva “estrechez y anacronismo” del circuito de Mónaco:
“En cualquier otra pista, Vettel habría conseguido fácilmente su tercer triunfo del año y Ricciardo difícilmente hubiese podido puntuar, pero Mónaco es muy lenta y muy estrecha. Incluso siendo hasta 4” por vuelta más lento, Ricciardo nunca tuvo el triunfo en peligro frente a sus rivales, siempre que su carro no se rompiera”.
Voceros de Ferrari añadieron: “Mejoramos el carro entre los ensayos libres y la calificación. Luego pudimos mejorarlo un poco más para la carrera, pero a pesar de que éramos rápidos, quedamos bloqueados tras Ricciardo…”
En Ferrari agregaron que estratégicamente no tuvieron muchas opciones frente al Red Bull ganador “porque tuvimos que cubrir estratégicamente a Sebastián cuando Lewis Hamilton intentó su “undercut” (adelantar la parada para cambiar ruedas) para intentar ganar la posición en pista”.
Los medios italianos, pese a la falta de victoria, consideraron positiva la actuación de Ferrari:
“Un carro calificó en primera fila y otro en segunda. Vettel le quitó tres puntos a Hamilton en el Campeonato y completó exitosamente el ciclo de seis carreras previsto para su primera unidad de potencia del año. Ahora, a partir del Gran Premio de Canadá tendrá una unidad de potencia evolucionada. El carro sigue siendo sólido y fiable, y los dos pilotos están rindiendo”.
Sin embargo otros medios recordaron que “en un contexto que favorecía más a Ferrari que a Mercedes AMG, los alemanes tuvieron un buen fin de semana, con lo cual redujeron al mínimo las pérdidas de puntos en las clasificaciones por pilotos y equipos, en las que todavía tienen ventaja”.
EN MONTECARLO LAS INTRIGAS PALACIEGAS ENVOLVIERON A FERRARI
Más allá de los resultados deportivos generados por el 76º Gran Premio de Mónaco, sexta prueba del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 realizada el pasado fin de semana, el ambiente político pareció haber deparado una victoria al equipo italiano Scudería Ferrari que podría tener influencia en el devenir de la temporada.
La prensa reseñó el modo en que una aclaratoria de la Federación Internacional del Automóvil (FIA, por sus siglas en francés) determinó que el sistema de baterías y de recarga de energía cinética desarrollado por el equipo italiano fue considerado completamente legal en su actual formato.
También los voceros de la FIA fijaron posiciones definitivas en lo relativo al consumo de aceite en las unidades de potencia que, según los expertos, también avalan el resultado obtenido por el equipo italiano en términos de rendimiento.
Durante los encuentros con la prensa sostenidos por voceros de la FIA como su Delegado Técnico, Charlie Whiting, trascendió que la revisión de estos parámetros fue consecuente con las denuncias realizadas por el ingeniero Lorenzo Sassi, quien hasta finales del año pasado trabajó en el área de motores del equipo italiano.
Sassi habría hecho llegar sus observaciones al ingeniero británico James Allison, quien ahora es el Director Técnico de Mercedes AMG, pero que hasta el 2016 fue el Director Técnico de Ferrari y tuvo bajo su mando a Sassi.
La admisión de la FIA de las observaciones que contra Ferrari hicieron Allison y Sassi, aprovechando la información que manejaban cuando trabajaban para la empresa italiana causó malestar en el ambiente y fue respondida por el Director del equipo alemán, Toto Wolff, quien quiso colocar a la estructura fuera de esas afirmaciones.
En paralelo, en Mónaco se registró una nueva evidencia de la creciente inherencia de Ferrari en Alfa Romeo Sauber, al nombrarse a un antiguo diseñador Jefe del equipo italiano, Simone Resta, como el nuevo Director Técnico de la estructura suiza, ocupando la vacante recientemente dejada por la separación del técnico alemán Jorg Zander. (Flash del Motor).